Planificación central: Marx imaginó una sociedad comunista como aquella en la que los medios de producción serían de propiedad común y la actividad económica se coordinaría mediante una planificación democrática descentralizada. Sin embargo, los soviéticos adoptaron un sistema de planificación central, en el que las decisiones económicas las tomaba una burocracia del gobierno central. Este sistema era ineficiente y provocaba escasez y desperdicio.
Partido de Vanguardia: Marx creía que la clase trabajadora eventualmente derrocaría al capitalismo y establecería el comunismo a través de su propia acción revolucionaria. Sin embargo, los soviéticos argumentaron que la clase trabajadora no era capaz de lograr esto por sí sola y que se necesitaba un partido de vanguardia de revolucionarios profesionales para liderar la revolución y luego guiar la transición al comunismo. Este concepto de partido de vanguardia contradecía el énfasis de Marx en la autoemancipación de la clase trabajadora.