1. Paz sin victoria: Wilson creía que el tratado debería ser justo y no demasiado punitivo hacia Alemania. Quería evitar los duros términos que se habían impuesto a Francia después de la guerra franco-prusiana, que creía que habían contribuido al estallido de la Primera Guerra Mundial.
2. Autodeterminación: Wilson creía que los pueblos de Europa deberían tener derecho a la autodeterminación y a formar sus propios estados independientes. Este principio se aplicó a la creación de nuevos estados en Europa del Este, como Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia.
3. Sociedad de Naciones: Wilson fue un firme defensor de la creación de una Liga de Naciones, una organización internacional que ayudaría a prevenir guerras futuras. Creía que la Liga podría proporcionar un foro para resolver disputas pacíficamente, promover la cooperación entre naciones y fomentar el control de armas.
4. Diplomacia abierta: Wilson creía que la diplomacia debería llevarse a cabo de forma abierta y transparente, y no en secreto. Esperaba que esto ayudara a reducir el riesgo de guerra al garantizar que todas las partes fueran conscientes de las cuestiones y posiciones involucradas.
5. Reducción de armas: Wilson creía que la reducción de armas era esencial para evitar la acumulación de poder militar que podría conducir a la guerra. Esperaba que el Tratado de Versalles incluyera disposiciones para reducir el tamaño de los ejércitos y armadas nacionales y para el control internacional de la producción de armas.
No todos los objetivos de Wilson se lograron en el Tratado de Versalles final. Por ejemplo, el tratado no incluía disposiciones para la reducción de armas y muchos alemanes lo consideraban demasiado punitivo. Sin embargo, los principios de autodeterminación y diplomacia abierta de Wilson ayudaron a dar forma al nuevo orden mundial que surgió después de la Primera Guerra Mundial.