Historia antigua

Seis días de guerra en el norte de Álava. Comienza la ofensiva de Mola

Con este sugerente título la Asociación Sancho de Beurko recoge en el último número de su revista digital Saibigain el estudio más completo realizado hasta el momento sobre la ofensiva del Mola y la ruptura del frente vasco respecto a la primera semana de combates que se inició el miércoles 31 de marzo de 1937 y que llevó al Ejército Vasco, tras una batalla de seis días, hasta la línea de los puertos de Barazar, Dima (Zumeltza) y Urkiola, truncando la vida de muchos jóvenes, cientos de los cuales continúan en montañas como Albertia, Maroto, Jarindo y otras que rodean Otxandio y Ubidea sin que sus familias lo sepan realmente. qué les pasó y a quiénes este trabajo intenta nombrar o, cuando esto no ha sido posible, establecer una hipótesis de cuál pudo haber sido su suerte, llegando en ocasiones hasta el nivel de empresa y sección. Los autores, Josu Aguirregabiria y Guillermo Tabernilla, al igual que números anteriores de esta publicación, ofrecen en formato digital de descarga gratuita (muy apreciada), el resultado de un concienzudo trabajo de investigación historiográfica que aporta importantes novedades. Seis días de guerra en el norte de Álava. Comienza la ofensiva de Mola

Las operaciones se han descrito a nivel de detalle. inédito, que incluye todos los batallones involucrados; escala que no alcanzaron ni Martínez Bande ni otros autores. Para obtener tal resultado, los autores se han basado en todo tipo de fuentes (documentales, bibliografías, reportajes periodísticos, etc.) e incluso testimonios, como la entrevista a Manuel Gárate, cabo del Batallón de Flandes V, que se encontraba precisamente en el conocido por las tropas franquistas como “Triángulo Rojo” , formada por las montañas Albertia, Maroto y Jarindo. Su relato del combate librado en el Albertia es ilustrativo de la lucha en la montaña que caracterizaría toda la campaña vasca hasta llegar a Bilbao y preludia la dureza de una larga batalla de tres meses aún no suficientemente investigada por la historiografía:

La ofensiva de Mola en Vizcaya

El contexto en el que se desarrollaron las operaciones nos traslada a la primavera de 1937. Tras el fracaso de la gran ofensiva del Ejército Republicano del Norte hacia Vitoria-Miranda de Ebro en Noviembre-Diciembre de 1936 (operación enmarcada en la primera gran ofensiva del Ejército Republicano del Norte, que pretendía aliviar el control que pesaba sobre Madrid), los frentes asturiano, santanderino y vasco se estabilizaron durante el invierno y ambos bandos se dispusieron a fortificar sus líneas respectivas, especialmente el gobierno. Al mismo tiempo, las operaciones de los sublevados en los frentes de Madrid y Guadalajara habían sufrido un idéntico estancamiento, por lo que el Estado Mayor del general Franco Se decidió tomar de nuevo la iniciativa, planificando una gran operación en un solo frente, concentrando todos los medios disponibles en un único objetivo, dejando en un segundo plano la toma de Madrid. El nuevo objetivo elegido sería la ocupación de la provincia de Vizcaya como paso previo a la eliminación de todo el frente norte, mucho más débil que el resto por su aislamiento, el cantonalismo regional y la ineficacia de las Brigadas Internacionales. Enfrente se encontrarían con un jefe de Estado Mayor y ministro de Guerra, Largo Caballero. , cuya situación se vio muy debilitada por la presión de los soviéticos, que acabarían escatimando en los aviones que tanto necesitaba el norte.

Por su parte, el General Llano de la Encomienda , jefe del Ejército Republicano del Norte, no contó con el apoyo de las autoridades vascas, al mando del lehendakari José Antonio Aguirre, y su actuación, que rozó la ineficacia, se limitó a gestionar el traslado a Vizcaya de los pocos aviones disponibles (una escuadrilla de 8 "pisos") y las tropas del Regimiento de Carros del Norte, que tuvieron que realizar un largo viaje desde Asturias, donde operaron en la ofensiva sobre Oviedo y su corredor, prácticamente paralizados en ese punto .

Seis días de guerra en el norte de Álava. Comienza la ofensiva de Mola

En estas circunstancias, el general Mola, con cerca de Con 43.000 hombres y otros 18.000 en fase de entrenamiento, consiguió concentrar dos masas de artillería propiamente dicha (por primera vez en la Guerra Civil Española), sumando un total de 130 cañones y obuses de todos los calibres, y 150 aviones de combate en aeródromos de Lasarte, Vitoria, Burgos y Soria. Su oponente, el Ejército Vasco, tenía una masa de maniobra similar en cuanto a tropas, pero sólo contaba con unos 10.000 hombres y 18 piezas de artillería desplegadas en el estrecho frente atacado, la mayoría de pequeño calibre.

El efecto sorpresa no fue tal, ya que tanto el Gobierno de Euzkadi como el central manejaban información que apuntaba a la inminencia de la ofensiva de Mola, pero sí lo sería su intensidad. Tres brigadas navarras, 1.ª, 3.ª y 4.ª (la 2.ª quedó en reserva), al mando del general Solchaga, llevarían el peso de las operaciones, aunque el mando correspondería al coronel Camilo Alonso Vega, al mando de la Brigada IV. , un africanista que contaba con la mayor confianza del propio general Mola, jefe del Ejército del Norte.

Pero esta ofensiva sería conocida por marcar el inicio del uso de la aviación como arma de apoyo directo bajo dirección alemana, con especial protagonismo para el jefe de estado mayor del Legión Cóndor , Manfred von Richthofen, que mantendría un tenso tira y afloja con sus aliados españoles, llegando a protagonizar un grave desacuerdo con Mola al reprocharle los lentos avances que tendrían su explicación en la grave resistencia opuesta por el Ejército Vasco. y en los lógicos errores de coordinación con las unidades que operaban en vanguardia.

La metodología de trabajo

La obra de Aguirregabiria y Tabernilla se divide en tres grandes apartados:una extensa introducción, seguida de una exposición detallada de toda la documentación consultada por los autores (incluidos apartados específicos sobre vehículos blindados y aviación). ) y finaliza con los detalles del día a día, con un total de 92 imágenes e ilustraciones, realizadas expresamente para esta obra, por Eneko Tabernilla.

Seis días de guerra en el norte de Álava. Comienza la ofensiva de Mola

Pero si algo define esta obra es la microhistoria , el deseo de conocer la interioridad de los detalles, ya sean de la historia personal y/o familiar como parte de un rompecabezas en el que cada pieza cuenta; En palabras de Pedro J. Oiarzabal:

Y comienza con un prólogo que no deja indiferente a nadie, siendo muy significativo del momento de madurez que vive el proyecto de la Asociación Sancho de Beurko que nos acaba de presentar con el libro sobre los vascos en la Segunda Guerra Mundial que condensa los cuatro años del Proyecto Fighting Basques y que ha sido editado por Desperta Ferro Ediciones. Una madurez que permite a estos autores abordar de una manera nueva y valiente cuestiones complejas directamente relacionadas con la memoria, siempre desde la absoluta independencia y ausencia de sectarismo, mientras los rescoldos del trabajo sobre el mito del Código Vasco aún están calientes. . conversadores de Oiarzabal y Tabernilla (el mito del uso del euskera en la batalla de Guadalcanal) que tanto ha dado que hablar desde su publicación en las páginas de Saibigain en la primavera de 2017.