Historia antigua

Los Millares, el nacimiento de una nueva sociedad hace más de 5000 años.

Los Millares, el nacimiento de una nueva sociedad hace más de 5000 años.

Nos dirigimos a Los Millares en la provincia de Almería, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Europa, entre los surgidos en el llamado Calcolítico europeo, es decir, el inicio de la Edad de los Metales. No sólo para conocerlo un poco mejor, sino para intentar mostrar cómo se consagró una nueva sociedad jerárquica, que abandonó para siempre la igualdad de clases.

El origen de Los Millares.

El pueblo de Los Millares comenzó a construirse hace aproximadamente 5.200 años. Desde su descubrimiento en 1891, de forma casual mientras se construía el ferrocarril entre Almería y Linares, y hasta la década de 1970. Las distintas hipótesis sobre sus constructores miraban al otro lado del Mediterráneo. Es decir, del mismo modo que tres milenios antes habían llegado grupos humanos para introducir la agricultura y la ganadería en el Levante peninsular. Ahora el turno correspondió a mineros y comerciantes que conocían el proceso de elaboración de piezas de cobre. De tal manera que Los Millares supuestamente se convirtió en una colonia que exportaba este metal al Mediterráneo oriental.

Hoy la anterior posición orientalista Ha sido refutado por la mayoría de los expertos, que se suman a las llamadas posiciones evolutivas. Además, aportando diversas explicaciones que revelan los errores de la supuesta llegada masiva de grupos orientales. Sin ir más lejos, en Los Millares existen evidencias de una tecnología muy primitiva para la producción de piezas de cobre. Alguien que se aventura a cruzar el Mediterráneo, a explotar una mina, transformar el mineral y fabricar piezas de cobre, no viene sin conocer las técnicas más avanzadas. Por otro lado, hay que pensar que si bien se elaboraban algunas joyas, la mayor parte de la producción se destinaba a actividades cotidianas, como la pesca (anzuelos), o diversos aperos de labranza. En otras palabras, el cliente principal parece ser nativo.

De todas las posturas, la que más adeptos ha ganado en los últimos años fue la expuesta por J. J. Eiroa a principios del siglo XXI. En definitiva, es una síntesis de las dos posiciones anteriores. Este autor no cree que la génesis de la metalurgia del cobre haya sido in situ, la tecnología primitiva pudo haber sido extranjera, pero posiblemente realizada por grupos indígenas. Es decir, las ideas viajaron más que las personas, aunque podemos pensar que hace 5.000 años no viajaban solas, por lo que algún pequeño grupo externo podría llegar con dicha tecnología e integrarse a la comunidad de Los Millares.

La nueva sociedad de clases.

Al abordar este tema volvemos a encontrarnos con contradicciones. Los Millares es considerado uno de los primeros pueblos donde se reconocen abiertamente diferentes estatus, ya sean políticos, económicos o sociales. La evidencia es clara, tanto en los diferentes tamaños de las casas, como en el ajuar del difunto.

Las primeras hipótesis de esta evidencia estaban dirigidas a la llegada de la metalurgia del cobre, es decir, dicha concentración de poder fue gracias al control de la producción de objetos de cobre. No sólo los ricos adornos que acompañaron a esta nueva alta sociedad, sino también las propias herramientas de labranza, que favorecían las mejoras agrícolas, y que se alquilaban a cambio de altas comisiones.

Pero evidentemente esta posición ha sido ampliamente cuestionada. La producción de objetos de cobre es muy insignificante, al menos al principio. De tal manera que la mayoría de las herramientas de producción aún se elaboraban con tradiciones ancestrales, basadas en el tallado en piedra o piedra pulida. Lo que produjo la distinción de clases fue el control de los excedentes, situación que arrastraban desde el Neolítico, no sólo los agricultores, sino también los ganaderos y mineros. No hay que pensar que Los Millares fue una sociedad dedicada a la metalurgia, la agricultura y la ganadería era la ocupación mayoritaria de sus habitantes y por tanto las primeras actividades en generar beneficios.

En última instancia, la necesidad podría haber creado esta sociedad de clases en Los Millares. Necesidad en varios sentidos, un pueblo de más de 1000 habitantes necesita mejoras agrícolas para alimentarlos, sin ir más lejos en Los Millares se construyó un acueducto y acequias, además de muros para proteger los excedentes. Pero también la necesidad de controlar la extracción de minerales, la elaboración de productos e incluso sus rutas de intercambio. Todo esto conecta con las tesis funcionalistas , es decir, el control necesita instituciones que tomen el poder. Pero también están de acuerdo con las tesis marxistas , todas estas mejoras van encaminadas a la producción de excedentes y riqueza, su defensa es la que proporciona división social y continuos conflictos. Mirando de cerca podemos deducir que la llegada de las clases sociales estuvo dada “por el pez que se muerde la cola”.

Un paseo por Los Millares para conocer esta nueva sociedad.

Como se ha expuesto, caminar hoy por el yacimiento arqueológico de Los Millares, es caminar por uno de los pueblos más importantes de Europa Occidental para la comprensión de la sociedad de los metales. . Esta sociedad no sólo cambió hacia la distinción de clases, muchos otros aspectos aparecieron para conformar la nueva forma de vida de los habitantes de la Península Ibérica.

Un nuevo hábitat.

La forma de la población en sí es una de las aportaciones más importantes del Calcolítico. Es una novedad su construcción en una zona elevada con vistas a terrenos agrícolas, pastos, fuentes de agua e incluso vías de comunicación. La ubicación del Poblado de Millares entre la Rambla de Húechar y el río Andarax cumple perfectamente con estas expectativas.

Las casas de Los Millares.

Como se ha señalado anteriormente, el diferente estatus de los habitantes de Los Millares se reconoce por el tamaño de sus casas. Es evidente que no sería una norma general, pero sí una indicación a tener en cuenta, a la que ciertamente habría que sumar las diferentes comodidades que tenía en su interior. En última instancia, exteriormente eran similares; el clásico zócalo de mampostería rematado con barro y carrizo, con cubierta vegetal de forma cónica. Estos últimos estaban sostenidos por un poste central y algunos disponían de salida de humos.

Los Millares, el nacimiento de una nueva sociedad hace más de 5000 años.

Casas de Los Millares asociadas a la muralla

En su interior encontramos algunas comodidades, como bancos corridos adosados ​​a las paredes, un hogar central de barro endurecido, o un apartado para colocar las diferentes cerámicas caseras. Así como otros elementos necesarios para la confección de prendas textiles, o para moler trigo.

Un pueblo bien protegido.

La defensa de la localidad, y por supuesto de sus excedentes, se llevó a cabo mediante la construcción de cuatro murallas concéntricas. Los que llegaron los Millares se encontraron con que estaba protegido por un primer muro de 4,5 m de altura, que debía ser atravesado por una gran puerta principal en forma de torre, detrás de la cual unos arqueros vigilaban al recién llegado. Si fue bien recibido, se adentró en la parte baja del pueblo, donde las casas posiblemente eran las de las familias menos afortunadas, al lado de estas casas se encontraban unos almacenes y establos improvisados ​​para los animales.

Los Millares, el nacimiento de una nueva sociedad hace más de 5000 años.

Recreación de la entrada principal de Los Millares

Luego de cruzar el segundo de los muros se accedía a un segundo nivel de casas, estas ya parecían más grandes, es evidente que debieron pertenecer a individuos de estatus superior al de los primer nivel, además la mayoría contaba con viviendas. En este espacio también existían una gran cantidad de silos donde los habitantes de Los Millares depositaban el grano.

Siguiendo el camino hacia el interior del pueblo se toparon con el tercio de las murallas, en este caso su cometido era la protección de algunos edificios públicos. El primero de ellos pudo tener gran importancia en la economía de Los Millares, ya que era una especie de taller de elaboración de productos de cobre. La producción de estos bien pudo haber estado en manos de los dirigentes de la ciudad. Si no, eso puede indicar la presencia cercana de una especie de palacio con almacenes y un patio central, sin duda debió ser el edificio más grande de la localidad.

Los Millares, el nacimiento de una nueva sociedad hace más de 5000 años.

Restos del taller donde se elaboraban objetos de cobre.

La última de las murallas que encontró este visitante protegía la parte más antigua del pueblo de Los Millares, sin duda la génesis de esta nueva cultura. En la actualidad no sabemos exactamente los edificios que allí se albergaron, estos se superpusieron unos a otros en diversas ocasiones durante los más de 1000 años que Los Millares permanecieron habitados. Destaca un gran estanque que era alimentado por una acequia que atravesaba todos los muros anteriores, siendo su misión el último refugio de la comunidad.

Fuera de las paredes.

Es evidente que toda la vida de los habitantes de Los Millares no se desarrollaba dentro de las murallas, los campos de cultivo, las zonas de pasto o el río por el que llegaban al mar. , ellos también necesitaban protección.

Más pastilleros defensivos.

En la zona anexa a Los Millares, 13 fuertes Se han contado hasta la fecha, en su mayoría pequeñas torres circulares. Pero lo que luego se llamó fuerte 1 fue un espacio de protección verdaderamente singular. Tenía una doble muralla, y en el exterior había al menos cinco torres de vigilancia. Aparte de su evidente labor defensiva, por un lado debió ser un lugar sagrado, debido al hallazgo de diferentes ídolos. Por otro, una especie de escuela de vida, ya que entre otras actividades, los jóvenes del pueblo comenzaron a fabricar puntas de flecha. Sus habitantes posiblemente pasaban largas temporadas alojándose allí, ya que disponían de cereales y todo lo necesario para sobrevivir.

Los Millares, el nacimiento de una nueva sociedad hace más de 5000 años.

Vista aérea del fuerte nº 1

Otra de las actividades que se realizaban en los alrededores del poblado era la caza, a pesar de contar con animales domesticados, la actividad cinegética seguía siendo una de las de mayor aporte calórico. Por último, destacar a los mineros que extraían cobre de las cercanas montañas de la Sierra de Gádor, tanto a cielo abierto como incluso en galerías mineras.

La necrópolis.

Sin duda otro de los platos fuertes de esta nueva comunidad, ya que los muertos fueron depositados en las afueras del pueblo. En concreto a través de la construcción megalítica de los Tholois. Aunque no eran de gran tamaño, los más grandes unos seis metros de diámetro, sorprende su número, se han contabilizado unos 80. Es claro pensar que podrían haber sido familiares, cada una de las familias más importantes tendría una supuestamente privada. Eran de forma circular y estaban cubiertos de pizarra, cerrados en la parte superior con una falsa cúpula, al no conocerse la técnica para rematarla, el hueco se tapaba con madera o una gran losa, sobre la que depositaban la tierra. P>

Como se sabe, eran espacios reutilizables, es decir, estaban continuamente abiertos para depositar a sus familiares. El acceso se realizaba a través de un largo pasillo en el que se disponían diversas losas de pizarra, que servían como puertas para proteger el lugar. En algunas de estas tumbas se han localizado los restos de casi un centenar de personas, con la particularidad de que los niños fueron enterrados en los mismos muros, en una especie de pequeños nichos. El ocre, o el fuego, eran señales inequívocas de que se estaba llevando a cabo algún tipo de ceremonia de despedida. Detrás de él se depositaban las ofrendas, un auténtico hito de la arqueología de las diferencias sociales. En Los Millares se han encontrado objetos que debieron proceder de muy lejos, como marfil o huevos de avestruz.

Los Millares, el nacimiento de una nueva sociedad hace más de 5000 años.

Sección vertical de un tholoi

Para centrarse un poco más en las diferencias sociales de esta nueva comunidad, tenga en cuenta que dos de estos tholois se ubicaron intramuros después de la construcción del muro exterior. No es descabellado pensar en sus líderes.

Como conclusión.

Sin duda, Los Millares es uno de los lugares más paradigmáticos de la Península Ibérica para conocer el nacimiento de lo que la antropología llama “complejidad social”. Es evidente que no estaban solos, sobre todo en el sur de la Península, se han localizado restos de otros asentamientos similares, uno de ellos, Zambujal en Portugal, con sorprendentes similitudes en cuanto a arquitectura.

Los Millares, el nacimiento de una nueva sociedad hace más de 5000 años.

Modelo de Zambujal en Portugal, algo más pequeño pero con gran parecido

Los Millares posiblemente fue incendiado alrededor del año 2.200 a.C. Es significativo que en este espacio geográfico del sureste peninsular fuera ocupado por una nueva cultura, El Argar, donde estas diferencias sociales se profundizan un poco más, además de encontrar los primeros testimonios de aristocracias guerreras.

Si quieres saber más sobre Los Millares te recomiendo este artículo de mis amigos Esperanza Varo y Javier Nero de Legionixhispana:Click en la imagen

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Finalmente, te invitamos a conocer los horarios y condiciones de la visita a uno de los yacimientos arqueológicos más imprescindibles para el conocimiento de nuestra prehistoria, en la siguiente web:juntadeandalucia. es

Imágenes:de los folletos de Los Millares, commons.wikimedia