Historia antigua

Yugurta

Yugurta, nacida hacia el año 160 a.C. J.-C. y murió alrededor del 104 a. C., es rey de Numidia. Se opuso al poder romano durante siete años entre el 111 a.C. d.C. y 105 a.C. J.-C..

Yugurta es nieto del rey númida Massinissa cuya tumba se encuentra en Cirta (actual Constantina). Su padre es Mastanabal, hermano de Micipsa, mientras que su madre es una concubina esclava. Como se trata de un potencial sucesor -el hijo legítimo de Mastanabal, Gauda, ​​está enfermizo-, Micipsa, rey de Numidia en ese momento, quiere deshacerse de Yugurta enviándolo a Hispania (actual España) a luchar con los auxiliares. tropas del ejército romano. Yugurta se muestra valiente y valiente y los ejércitos númida y romano salen victoriosos en Numancia. Yugurta hizo muchos amigos en Roma -no sólo por su valor sino también, cuando era necesario, por su dinero- y fue quizás bajo la presión de los romanos que Micipsa acabó adoptándolo tres años antes de su muerte, convirtiéndolo en uno de los herederos de fuerza. Tras su muerte, el reino se divide entre sus hijos Adherbal e Hiempsal y su hijo adoptivo Yugurta.

Yugurta, que no quiere que el reino de Numidia se divida de esta manera, no acepta la decisión del Senado de Numidia. Además, sus primos no lo aprecian y no dudan en burlarse de su ignominiosa ascendencia. El mismo año, Yugurta hizo asesinar a Hiempsal, el menor de los dos hermanos. El Senado no parece ofendido por esta extraña muerte y Numidia se divide entonces entre Adherbal y Yugurta. Sin embargo, los dos hombres continuaron haciendo la guerra hasta el 113 a.C. J.-C., fecha en la que Adherbal es asesinado por Yugurta. Además, estos últimos también se apoderaron de la ciudad de Cirta, masacrando a los comerciantes romanos que allí se encontraban. Roma no acepta que estos nacionales hayan sido masacrados de esta manera y, además, no aprecia el hecho de que Yugurta quiera erigir un reino de Numidia fuerte y unido. El cónsul Calpurnio fue enviado entonces al norte de África y el conflicto duró hasta el 111 a.C. J.-C. (fecha en la que Yugurta acepta hacer las paces).

En Roma, las opiniones están divididas sobre la cuestión númida:los optimates consideran que Numidia debe seguir siendo un reino independiente, los populares consideran, por el contrario, que Numidia es propiedad del pueblo romano. Luego, Yugurta es convocado ante el Senado romano. Fue entonces cuando el cónsul Postimio Albino propuso solucionar el problema entregando la corona a Massiva, prima de Yugurta. Este último mata a Massiva y luego huye. Luego se reanudaron las hostilidades. Postimio Albino, derrotado por Yugurta en la batalla de Calama, es reemplazado por un nuevo cónsul, Quinto Cecilio Metelo, que se ganará su apodo de Numídico durante esta guerra. Este último cuenta con la ayuda del cónsul Cayo Mario, apoyado por los populares (Cecilio Metelo es el jefe de Mario). Cecilio Metelo sale victorioso, se apodera de las ciudades de Zama y Thala y obliga a Yugurta a regresar a Mauritania. Sin embargo, fue relevado de su mando en el 107 a.C. AD en beneficio de Marius. Este último consiguió entonces nuevas victorias contra Yugurta en Cirta y Capsa (actual Gafsa).

Posteriormente, en el año 105 a.C. J.-C., Yugurta es capturado por su suegro Boco, rey de Mauritania, quien accede a entregarlo a Roma[1]. Finalmente, Boco recibe el título de "amigo de Roma" y Numidia no es anexada. Sin embargo, es vigilado de cerca al convertirse en un reino cliente de Roma. Los romanos sitúan a Gauda en el trono, dado que es hijo legítimo de Mastanabal. Luego, Mario fue reelegido cónsul en el 105 a.C. J.-C. luego recibe los honores del triunfo cuando regresa a Roma. En cuanto a Yugurta, murió -sin duda estrangulado- en cautiverio en la prisión de Tullianum alrededor del año 104 a.C. ANUNCIO

El conflicto entre Roma y el rey númida lo conocemos mejor gracias a la Guerra de Jugurta (Bellum Jugurthinum) del historiador romano Salustio.


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