Historia antigua

Brigantes

Los Brigantes eran un poderoso pueblo celta de la isla de Gran Bretaña. Su territorio, en la época de la conquista romana, estaba situado aproximadamente en los actuales condados de Northumberland y Yorkshire en el noreste de Inglaterra, entre los ríos Humber y Tyne. Su capital parece haber sido Eboracum (York), siendo sus otras residencias Catterick, Aldborough e Ilkley. Los Carvetii y los Parisii estaban entre sus clientes. Durante la invasión y ocupación de la isla por los romanos, los brigantes gozaron de relativa autonomía, debido a la parcialidad de la reina Cartimandua, que reinó del 50 al 70. Cuando Caratacos, al frente de los Silures y Ordovices, es derrotado por el propretor Publius Ostorius Scapula, encuentra refugio en Cartimandua, quien lo entrega a sus enemigos.

Cuando la reina se separó de su marido Venutios, él tomó el liderazgo de un importante grupo de brigantes antirromanos que atacaron a las tropas de ocupación y sus aliados. Es derrotado por los ejércitos de Aulus Didius Gallus. Cartimandua se casó con su escudero Vellocatos en segundas nupcias y le confirió la soberanía. El progreso de los romanos se vio frenado por la revuelta de la reina de los icenos, Boudicca, en el 61. En el 69, Venutio lanzó una nueva ofensiva y logró apoderarse de la parte occidental del reino. No fue hasta el nombramiento de Quinto Petilio Cerialis que los romanos sometieron definitivamente a los brigantes entre el 71 y el 74.

La conquista de Gran Bretaña (excluyendo Escocia) fue completada por Agrícola en el año 83. La ocupación duró hasta el 410.

Etimología

La raíz del etnónimo “Briga” significa “muy alto”, “muy alto” y también tiene el significado de altura, fortaleza. Utilizado como prefijo, ha dado numerosos topónimos tanto en el espacio insular, como en la Galia y en la Península Ibérica y también está presente en la composición del nombre de determinados pueblos. De esta misma palabra derivan los teónimos Brigit y Brigantia.


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