Los Chats (del latín chatti) son un antiguo pueblo germánico que se estableció a principios de la era cristiana en la región del curso superior del Weser y el Eder. De ellos nacerán los actuales Hesse (Hattes o Hesse) y Franconia por encima del Meno. Eran formidables soldados de infantería. Los Batawes serían una rama descendiente de los Chattes.
Los gatos son citados por Plinio el Viejo, de alrededor de 75 años, como miembros de una federación étnica común con los suevos y los queruscos. Excepto el nombre de éste, los Herminones, no sabemos casi nada al respecto:la naturaleza misma de esta alianza sigue siendo oscura. También sabemos que los bátavos eran originalmente parte de los gatos, como los matiacianos (Tácito, Germania), pero estos últimos rápidamente se dirigieron a Roma en lugar de a los pueblos "libres" del interior de Germania.
Poco antes del comienzo de nuestra era, los gatos participaron en la insurrección liderada por Arminio que provocó la pérdida de las legiones romanas de Varo, durante la batalla de Teutoburgo:los gatos se encuentran, pues, entre los principales actores del fin de la era romana. expansión más allá del Rin.
A raíz de este episodio y durante el primer siglo de nuestra era, los limes renanos se establecieron en el sur de sus territorios, no sin que antes se hubieran producido varios enfrentamientos.
Su capital, Mattium, en Hesse, fue incendiada durante la campaña transrenana de Germánico († en 19).
Hacia el año 37, los Gatos, que llevaban a cabo sus saqueos hasta el territorio de los Ubios, de donde era originaria Agripina, fueron objeto de una campaña punitiva romana dirigida por Lucio Pomponio:durante ésta, el general liberó de los romanos que habían sido capturado y esclavizado en tiempos de Varo (Tácito, Anales). Los Gatos se vieron obligados a negociar la paz y tuvieron que enviar rehenes a Roma:entre estos últimos estaba la hija del jefe de los Gatos, Catumero, cuyo hijo a su vez se convirtió en rey de los queruscos (Tácito, op. cit. XI, 16).
En el año 70, el civilis bátavo, que era un oficial y ciudadano romano, encabezó una revuelta, inicialmente en apoyo de otro candidato a la dignidad imperial. Esta revuelta luego tomó un giro antirromano cuando el candidato originalmente apoyado fue asesinado (Vitelio).
Establecido en el Imperio, Civilis no dudó en pedir ayuda para la ocasión a los Gatos, al otro lado del Rin. Finalmente fue derrotado por las tropas que permanecieron leales al nuevo Emperador.
El emperador Domiciano (81 - 96 d.C.) volvió a enfrentarse a los gatos entre otros pueblos de la Germania Interior (Suetonio).
Según Fernando Lot, es probable que en el siglo V se establecieran en el curso bajo del Mosela y colonizaran el este del departamento de Mosela. (El valle del Mosela fue ocupado por tribus francas en el año 454).
La región de origen de los Gatos comenzó a convertirse al cristianismo a principios del siglo VIII de nuestra era, bajo la acción del misionero San Bonifacio. Estos últimos hicieron talar un roble sagrado que les pertenecía en el año 723, cerca de Fritzlar.
El nombre de Hesse encuentra su etimología en el nombre de los Gatos.
Tácito, en sus Anales, nos informa sobre un enfrentamiento ocurrido entre los Gatos y los Hermundures:luego menciona que los primeros dieron carácter sagrado a los ríos y bosques donde se produce la sal y que podían dedicar a sus guerreros a marchar ante los pelea, lo que resultó en la muerte en caso de que fueran los perdedores de la batalla.
Finalmente, en Germania, nos cuenta que a los Gatos les dejó barba y pelo y llevaban un anillo de hierro como marca de infamia hasta que mataron a su primer oponente en la batalla.