Los aqueos (en griego antiguo Akhaioí) fueron uno de los primeros pueblos indoeuropeos que invadieron Grecia en el segundo milenio antes de Cristo. BC, expulsando a los primeros habitantes, los pelasgos, gracias a su supremacía militar (uso de la espada en lugar del puñal, uso del bronce).
Argólida se convierte en su bastión desde donde dominan el resto de Grecia. Homero habla así de “aqueos” o “argos” para designar a todos los griegos reunidos ante Troya. Sus principales centros son las ciudades de Argos, Tirinto, Pilos pero especialmente Micenas, de ahí el nombre de civilización micénica para el período comprendido entre los siglos XVII y XII a.C. aproximadamente. La caída del dominio aqueo se atribuye tradicionalmente a la invasión doria, pero ahora se cree que la gran invasión fue más bien una serie de pequeñas incursiones, espaciadas en el tiempo.
Su antepasado epónimo es Achaïos, hijo de Xouthos y Creüse, medio hermano de Ion (ancestro epónimo de los jonios).
Según algunos estudiosos, el término hitita Ahhiyawa mencionado en las crónicas se refería a los aqueos de tradición homérica.
En el noroeste de Argólida, una región montañosa llamada "Acaya" también alberga un floreciente desarrollo de la civilización aquea en ciudades como Sición, Patras, Erimante y más al sur, Elis y Olimpia.