Porque las relaciones económicas entre Francia y sus posesiones exteriores siguen siendo conformes, en 1934, con los principios del antiguo Pacto Colonial, con la asimilación aduanera, el monopolio de la bandera para la navegación comercial, el desarrollo sistemático de los productos y materiales necesario para la metrópoli, con también, como corolario, la negativa declarada o tácita a crear una verdadera industria colonial capaz, a más o menos largo plazo, de competir algún día con la industria metropolitana. En su conjunto, el sistema tiende a un proteccionismo estrecho, que nunca es un factor de progreso.
Finalmente, el régimen político está muy diversificado ya que encontramos antiguas colonias asimiladas a las metrópolis o en proceso de asimilación (Guadalupe, Martinica, Guyana, Reunión) y tres departamentos franceses que forman un gobierno general (Argelia), junto con colonias de tipo ordinario, protectorados (Marruecos - Túnez Annam - Camboya - Laos), territorios bajo mandato (Siria - Líbano - Togo - Camerún), a veces depende del Ministerio del Interior (antiguas colonias - Argelia), a veces al de Asuntos Exteriores (Marruecos - Túnez - Siria - Líbano), a veces al de Francia en el extranjero, antiguo Ministerio Colonial.
Una observación final:el Imperio francés está mucho menos poblado y menos rico que el Imperio británico. El francés, esencialmente campesino, de marcado temperamento campesino, se interesaba poco por los recursos del subsuelo. Sólo impulsó un poco la prospección minera, contentándose con lo aparente y con un alto contenido de mineral, mientras los belgas encontraban, mediante investigaciones más profundas, un verdadero Eldorado en Katanga. Como resultado, la economía de los territorios franceses de ultramar es típicamente una economía del siglo XIX –que terminó recién en 1914– y no una del siglo XX. Ya es cosa del pasado. También hay que señalar que los franceses invierten poco dinero en operaciones de crédito destinadas al desarrollo de sus territorios exteriores, mientras que antes de 1914 suscribían con entusiasmo préstamos rusos o sudamericanos.