Características
País:Francia
Mortero Brandt 81 mm mle 27/31
Calibre:81,4 mm.
Longitud:desde el cañón, 1,26 m
desde el orificio, 1,16 m.
Peso:en acción, 59,700 kg
de el cañón, 20.700 kg
del bípode, 18.500 kg
de la placa base, 20.500 kg.
Apuntando en altura:+ 45° a + 80°
Apuntando en dirección:8° a 12° dependiendo de la elevación.
Alcance máximo:proyectil estándar, 1.900 m;
proyectil pesado, 1.000 m.
Peso del proyectil:stan 3.250 kg; pesado, 6.900
El mortero Stokes, que apareció durante la Primera Guerra Mundial, seguirá siendo el primer ejemplo moderno de este tipo de arma, tanto en forma como en diseño. Era, sin embargo, muy rudimentario, y se reducía a un tubo colocado sobre un soporte muy simple, descansando el conjunto sobre una placa base encargada de absorber las fuerzas de retroceso. Todo cambió durante los años veinte gracias a la firma francesa Brandt:sometió el modelo original a modificaciones poco visibles (el aspecto general seguía siendo el mismo), pero sí profundas, al rediseñar la máquina y equiparla con munición muy superior. El mortero Brandt Modelo 27 de 81 mm (apareció por primera vez ese año) fue revisado cuatro años más tarde para convertirse en el Modelo 27/31, particularmente práctico.
Instalar el mortero Stokes llevó mucho tiempo. Los diseñadores de Brandt modificaron el bípode para que pudiera adaptarse a todo tipo de terreno, mientras que la nivelación del sistema de mira se realizaba ajustando sólo una de las patas del arma. Las miras estaban colocadas muy cerca de la boca del mortero, de modo que el puntero podía hacer uso de ellas sin tener que sujetarse por encima de su máquina, y un mecanismo con tornillo en su horquilla de fijación permitía fácilmente cambios mínimos de dirección. Las modificaciones decisivas, sin embargo, se produjeron a nivel de munición. A las granadas del mortero Stokes fueron sucedidas proyectiles con una forma muy estudiada, portadores de mayor carga explosiva y, sobre todo, de mayor alcance. Brandt desarrolló una amplia variedad de proyectiles para su modelo 27/31, que se pueden dividir en tres categorías principales.
Primero, el tipo estándar, que se rompe, luego una máquina similar, dos veces más pesada, pero cuya autonomía se redujo a la mitad; y fumadores. Naturalmente, cada uno de ellos daba lugar a muchísimas variantes:la empresa podía, por ejemplo, suministrar humos de diferentes colores bajo demanda.
El modelo 27/31 tuvo un gran éxito desde su puesta en circulación, tanto en Europa como en otros lugares. En pocos años, se produjo en todas partes bajo licencia o simplemente se falsificó. Su calibre de 81,4 mm se convirtió en el estándar para todos los morteros de infantería europeos; algo le deben todos los implementados durante la Segunda Guerra Mundial, cuando no son simples copias. Incluso eclipsó las armas en servicio en Alemania, Estados Unidos, Países Bajos, China o la Unión Soviética.
Su influencia todavía se siente hoy, aunque los morteros de 81 mm tienen ahora un alcance seis veces mayor. Pero la excelencia de su diseño le permitió intervenir en los campos de batalla de la última guerra mundial, de una forma u otra, y permanecer en servicio durante muchos años después.