Un dispositivo de prospección minera contra submarinos alemanes
Otro dispositivo de detección utilizado fue el Detector Magnético Aerotransportado, actualmente denominado Detector de Anomalías Magnéticas (MAD). Poco antes de la guerra, los geólogos utilizaron la detección magnética para la prospección de minerales, utilizando instrumentos sensibles que medían la variación del campo magnético de la Tierra. En teoría, deberíamos poder detectar de la misma manera la presencia de una gran masa de hierro como la de un submarino en un entorno no metálico. En 1940 se dio un paso importante con la invención del "magnetómetro de núcleo saturable" por Victor Vacquier, de la empresa estadounidense Gulf Research &Development. Este dispositivo era mucho más sensible que todos los anteriores y Vacquier lo destinó a la prospección de metales. Poco después, la Junta Nacional de Investigación y Desarrollo de Estados Unidos empezó a interesarse por el problema de la detección submarina. Partiendo del hecho de que el magnetismo es uno de los raros fenómenos que no se ven afectados por un cambio de medio ambiente, como el paso del aire al agua, este Consejo aplicó el invento de Vacquier a la detección submarina. A finales de 1941, un avión equipado con este dispositivo había detectado submarinos hasta 120 m por debajo.
El MAD tenía una gran ventaja ASDIC:era pasivo, es decir, no emitía cualquier señal detectable por un submarino. Por otro lado, al ser extremadamente débil la variación magnética producida por él, el dispositivo debía ser tan sensible que la precisión de su alineación con el campo magnético terrestre debía ser de unos seis minutos de arco; esto requirió un vuelo muy preciso por parte del piloto del avión detector.