Historia antigua

La batalla del Arcángel

Del otro lado la situación es diferente. Las fuerzas morales, a nivel político, derivan de los siguientes partidos:la C.E.D.A. de Gil Robles, los agrarios (Martínez de Velasco), la Renovación Española (Calvo Sotelo), la Falange (José Antonio) y los carlistas. Se abstendrán los radicales (Lerroux), los conservadores (Maura) y los liberaldemócratas (Álvarez). En realidad, los diseños del ejército puesto en marcha por Franco no son uniformes. En la cima, los generales rebeldes:Sanjurjo, Franco, Mola, Varela, no se ponen de acuerdo entre ellos. Unos están a favor de la dictadura, otros a favor de la monarquía; estos últimos no se fijan en el candidato Alfonso XIII ni en su hijo don Juan. La propia Iglesia, aunque naturalmente inclinada hacia aquellos que la han situado a la cabeza de su programa, no ha obtenido un apoyo unánime.
El clero vasco lo desaprueba francamente. Solo. la monarquía -y especialmente los carlistas- está sin reservas a favor del levantamiento nacional", aunque, más adelante, cuando Franco esté en el poder, Jaime, el hijo mayor de Alfonso XIII, significará con dureza su destitución.

Sin embargo, en ausencia de unidad política, el Movimiento se beneficiará del apoyo moral de las clases ricas, la burguesía empresarial, la juventud católica y nacionalista y, sobre todo, la mística de la Falange. Para muchos españoles, esta guerra de revueltas, oculta durante varios meses y sucedida a un largo período de anarquía, se convirtió en una cruzada por el orden y la patria, una patria donde se encontrarían los embriagadores mitos del Siglo de Oro y la doble noción de Dios. y grandeza. Tradicionalismo y caballerosidad. El instrumento de esta cruzada será el ejército, muy diferente al de la República. A falta de superioridad numérica, los líderes de la rebelión tendrían una importante ventaja frente al adversario:casi todos los cuadros militares se alinearían bajo su bandera. Lo que asegurará el éxito inicial del levantamiento es que su autor, Franco, tendrá consigo a lo mejor del ejército:los regimientos marroquíes o regulares, la guardia civil y la tertio (la legión extranjera), incluidos oficiales entrenados y educados. , suboficiales disciplinados y una tropa experimentada.

Aquí pues, en los albores de este día sangriento, están presentes las fuerzas morales y materiales. ¿Ideas y hombres?
Ciertamente, pero también pasiones y temperamentos, que se enfrentarán bajo un diluvio de fuego y en el barro verdoso de las trincheras, movidos por un odio mutuo que, con el paso del tiempo, sorprende a quienes no se han acercado de cerca a España. Hay que acabar con esa gente, dicen en ambos lados... ¿Esta gente? Gallegos, castellanos, andaluces, navarros, ayer todos unidos por lazos de sangre, hoy enemigos irreconciliables. ¿Estas personas? En un campo,
los "rebeldes", los "fascistas", los "franquistas", en el otro, los "marxistas" y especialmente los rojos.
O, para los neutrales, los “nacionalistas” y los “republicanos”. Pero unos y otros no lucharán sólo por cambiar el régimen de su país. Su guerra es también una venganza. Saldamos una vieja cuenta que data de la Edad Media. Es una liberación social y religiosa. Al prender fuego a los conventos nos vengamos de la Inquisición. La España Negra y la España Roja ensayan la lucha del Arcángel. La guerra feudal, la guerra religiosa, la Guerra Civil Española será una atroz disputa familiar.


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