El Papa Urbano II predicó la primera cruzada el 27 de noviembre de 1095, décimo día del Concilio de Clermont. La motivación del Papa para ver tomar forma tal expedición militar provino del hecho de que los peregrinos cristianos que se dirigían a Jerusalén eran a menudo víctimas de abusos e incluso asesinatos.
Por ello, el Papa pidió al pueblo cristiano de Occidente que tomara las armas para ayudar a los cristianos de Oriente. Esta cruzada tuvo entonces como grito de guerra "¡Dios lo quiera!" y todos los que participaron en la cruzada fueron marcados con la señal de la cruz, convirtiéndose así en cruzados.
Esta acción finalizó el 15 de julio de 1099 con la toma de Jerusalén por las tropas cristianas de Godofredo de Bouillon.
Hugues de Payns, futuro fundador y primer maestre de la Orden del Temple, llegó a Tierra Santa por primera vez en 1104 para acompañar al conde Hugues de Champagne, entonces en peregrinación. Regresaron en 1107.