Historia antigua

imperialismo en africa

Imperialismo europeo en África ocurrió a lo largo del siglo XIX.

Hasta 1876, el 10,8% del territorio africano estaba en posesión de colonos. Ya en 1900, el dominio europeo correspondía al 90,4%.

En un principio, la exploración europea se extendió a lo largo de la costa, con fuertes puestos comerciales que garantizaban el comercio de esclavos. Las primeras dominaciones a gran escala comenzaron con Francia y Gran Bretaña.

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Francia ocupó Argelia en 1832, Túnez en 1881 y luego Marruecos. Así se creó el África Occidental Francesa.

Por su parte, con la misma intención de expansión territorial, Gran Bretaña tomó posesión en 1882 de Egipto, Sudán y el sur de África.

En 1876, el rey de Bélgica, Leopoldo II, dominó toda la zona del actual Congo. La región estuvo bajo el gobierno personal del monarca hasta 1908, cuando fue vendida al gobierno de Bélgica y tenía ochenta veces el tamaño del país dominante.

Ver también:Imperialismo

Motivos

Entre las razones de la dominación europea se encontraban las riquezas naturales africanas. El territorio era exuberante en piedras preciosas y materias primas vegetales y minerales.

Política y guerra

Como estrategias de dominación se utilizaron negociaciones políticas, maniobras militares y religiosas.

Para las negociaciones políticas, los jefes tribales firmaron acuerdos comerciales con los europeos. Estos tomaban productos de la tierra mientras suministraban armas a los africanos.

Para ampliar el territorio, los propios europeos se aliaron con las tribus y participaron en las guerras que se libraban entre ellas. De esta manera, consiguieron más tierras y aliados poderosos.

Ver también:Imperialismo y colonialismo

Religión e ideología

La religión cristiana reforzó la idea de inferioridad entre aquellas regiones donde se practicaba el politeísmo. Allí, los misioneros demonizaron las costumbres y los dioses, y también conquistaron las mentes.

Las teorías raciales, como el darwinismo social y el mito de la carga del hombre blanco, apoyaron la explotación de las riquezas naturales africanas. El argumento estaba respaldado por la tesis de que los africanos eran “bárbaros” y necesitaban la contribución europea para alcanzar el mismo nivel de civilización.

Véase también:Reina Victoria

Compartir África

La cúspide del imperialismo llegaría en 1885, con el acuerdo sellado en la Conferencia de Berlín, que garantizaba la libertad comercial a todos los países en determinadas zonas. Asimismo, el encuentro sirvió para determinar las fronteras del territorio africano.

Después de la Conferencia de Berlín, África quedó dividida en 50 estados. Los términos del acuerdo no respetaron las divisiones étnicas tradicionales y tuvieron un impacto catastrófico en las naciones.

Es por esta razón que, aún hoy, algunos países permanecen bajo rivalidad étnica que provoca guerras civiles y pobreza extrema.

La partición de África también figura entre las justificaciones del estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Insatisfechas con la división y sin más territorios que conquistar, las grandes potencias no estuvieron de acuerdo y exigieron una revisión de la partición.

Ver también:Lucha por África

Neocolonialismo

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Después del proceso de descolonización africano, las antiguas naciones imperialistas buscaron mantener una relación especial con estos países.

Aunque se trata de una relación entre estados soberanos, muchos estudiosos la ven como un nuevo modelo de explotación y por eso la llaman neocolonialismo.

  • Gran Bretaña ha reunido casi todas sus antiguas colonias en la Commonwealth . Sus habitantes tienen un trato preferencial a la hora de emigrar y vender sus productos.
  • Francia creó el principio de francofonía que abarca a todos los países de habla francesa y, por lo tanto, puede promover el intercambio lingüístico y cultural. Además, el país fomentó la inmigración de estos países en la década de 1970 cuando necesitaba mano de obra para sus industrias.
  • Portugal todavía mantiene vínculos políticos especiales con Angola y, hasta cierto punto, con Mozambique. A través de los PALOP (Países Africanos de Habla Portuguesa) se mantiene la cooperación cultural y lingüística.
  • Bélgica no tiene vínculos especiales con el Congo y Ruanda, y las relaciones entre estos países son extremadamente delicadas.
  • España mantiene algunos enclaves e islas en el territorio marroquí que son siempre motivo de disputa entre ambas naciones.

Sin embargo, las naciones europeas están perdiendo cada vez más terreno frente a China, que se ha convertido, en el siglo XXI, en el mayor socio de las naciones africanas.

Leer más :

  • Imperialismo en Asia
  • Aspectos generales de África
  • Países de África
  • Economía de África

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