Uno de los escándalos internacionales más vergonzosos de la historia fue el reparto de Polonia, que en el siglo XVIII fue llevado a cabo por tres países vecinos. En aquella época, Polonia era un reino vasto y rico, pero que siempre vivía en perpetua discordia. Los nobles polacos dominaban a sus reyes y les imponían los acuerdos de sus asambleas que se celebraban al aire libre, con todos los señores montados a caballo. Por este motivo, la corona de Polonia fue ofrecida varias veces a príncipes extranjeros, y como consecuencia vino la pérdida de prestigio. Entonces los estados vecinos más poderosos (Prusia, Austria y Rusia) decidieron dominar por la fuerza y dividirse los territorios polacos (1772) . Las entregas de Polonia fueron tres:
Primer reparto (1772)
Quien inició estos repartos fue el rey de Prusia, Federico II, quien acordó con la zarina de Rusia, Catalina II, invadir Polonia con dos ejércitos.
El pretexto fue el siguiente:
En Polonia se aprobaron leyes contra los cristianos de la Iglesia ortodoxa griega, Catalina salió en defensa de los polacos que profesaban esta religión. Austria intervino para ayudar a los repartidores y dos ejércitos extranjeros se apoderaron de gran parte de Polonia. Prusia obtuvo tierras en el río Vístula con una población de 200.000 almas.
Austria recibió la región de Galicia y Rusia se apoderó de los territorios situados a orillas de los ríos Duina, Nieper y Beresina.
Segundo reparto (1793)
Esta vez los patriotas polacos defendieron su territorio con auténtico heroísmo. En aquellos días había estallado la Revolución Francesa y las ideas de libertad llegaron a Polonia.
Un gran patriota llamado Kosciusko , que anteriormente había luchado por la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, reunió 8.000 hombres y despertó el entusiasmo general por defender la Patria. Rusia y Prusia lo acusaron de ser un “jacobino rojo” y marcharon para luchar contra él.
Entre los adversarios hubo una notable diferencia en el armamento y en consecuencia los guerrilleros de Kosciusko fueron derrotados. Se completó el segundo reparto. Prusia tomó casi toda la región occidental y Rusia casi toda la región oriental.
Tercer reparto (1795)
Los polacos, indignados por tales iniquidades, olvidaron sus disputas y tomaron las armas. Rusia y Prusia volvieron a buscar la cooperación de Austria para poder atacar a Polonia por 3 fronteras diferentes. La pelea fue reñida y sangrienta. Los polacos masacraron a los rusos en Varsovia y el general ruso Suvarof respondió con una horrible masacre en Praga. El heroico Kosciusko y su ejército de voluntarios fueron derrotados. El líder cayó herido y fue capturado por los invasores. Con esto terminó el último esfuerzo de defensa nacional.
En la tercera partición, Prusia tomó Varsovia; Austria se apoderó de varias provincias al norte de Galicia y Rusia ocupó Lituania y llegó hasta el río Niemen.
En consecuencia, Polonia desapareció del mapa.