La Primera Guerra Mundial fue la era embrionaria de la aviación militar. Los primeros aviones no llevaban armas, a excepción quizás de pistolas o rifles, que llevaban sus pilotos. Era una época en la que si uno quería derrotar al oponente tenía que tener una gran... imaginación.
El 7 de septiembre de 1914, el piloto ruso Piotr Nestorov, incapaz de interceptar de otra manera un avión de reconocimiento austriaco, lo embistió y perdió la vida. Sin embargo, para algunos, Nestorov fue un modelo a seguir.
El 31 de marzo de 1915 Alexander Kazakov (o Kozakov) decidió utilizar una forma aún más controvertida de derribar aviones enemigos, atando a su avión, un Morane Saulnier G francés, un ancla de barco en cuyo borde había colocado explosivos.
“Una hermosa mañana vi a Kazakov despegar para perseguir un avión de reconocimiento enemigo. En el cielo despejado comenzó un combate aéreo muy interesante. De repente estaba por encima del enemigo, tan cerca que uno pensaba que había aterrizado en el ala superior del avión enemigo.
“Entonces vi caer el ancla sujeta por una cuerda. Estaba clavado en el ala superior del avión enemigo. Por el peso, el enemigo por un momento dejó caer el cañón como si estuviera suspendido en el aire. El piloto alemán logró nivelar su avión durante un rato, pero perdió el control y empezó a caer como una bola de fuego hacia la tierra, llevándose consigo a Kazakov.
"A menos de 60 metros del suelo, Kazakov logró desengancharse y aterrizar de morro rompiendo la hélice. Pero estuvo a salvo. El avión alemán cayó pero el piloto fue salvado y capturado", así dice el piloto ruso Ivan Smirnov , testigo ocular del evento, describió quizás la batalla en el aire más extraña de todos los tiempos.
El propio Kozakov dijo:"El maldito ancla quedó atrapada en el avión enemigo y por eso decidí golpear su ala con las ruedas de mi avión. . Empujé el volante y caí sobre él”…
El loco derribo de Kazakov resultó en que fuera condecorado. Sin embargo, su método, naturalmente, no encontró imitadores. Sin embargo, él mismo tomó el mando de un escuadrón de cazas equipado con aviones Nieuport 10 y 11... En consecuencia, siguió caminos más convencionales.
En diciembre de 1916 había derribado a cuatro ases enemigos más con cinco muertes. Logró un total de 32 asesinatos (20 confirmados). En enero de 1918 dimitió debido a que los bolcheviques ganaron el poder y luchó con la fuerza aérea de los blancos junto con los británicos.
Se le concedió el rango de Alférez de la RAF. Murió en un accidente el 1 de agosto de 1919 pilotando un caza británico Sopwith Camel durante un espectáculo aéreo. Sin embargo, muchos dicen que no fue un accidente sino un suicidio debido al drama de su tierra natal.