
Se desconoce exactamente cuándo y dónde se descubrió la pólvora. La opinión predominante quiere su descubrimiento en China y su uso en la guerra. Una de las primeras armas, si no la primera, en utilizar pólvora fue la "lanza llameante".
Esta arma no era más que una lanza común, en cuya punta se sujetaba un tubo con pólvora y una mecha. Antes de entrar en contacto con el enemigo, el vehículo de transporte de soldados prendería fuego a la mecha, que a su vez encendía la pólvora.
La pólvora provocó una explosión que podía afectar al oponente a una distancia de unos 3 m, pero provocando un efecto más psicológico que práctico. Poco a poco se fueron añadiendo pequeños trozos de hierro u otros metales al frente del tubo.
Así, con la explosión se arrojaron fragmentos de metal a los enemigos. Así, la lanza en llamas funcionaba más o menos como una escopeta moderna que dispara metralla, pero también como una especie de lanzallamas. Sin embargo, su alcance fue corto.
A veces se colocaba un segundo cañón para que el arma pudiera disparar dos veces, mientras que otras veces se retiraba la lanza. La primera evidencia de la existencia del arma se remonta aproximadamente al año 950 d.C. en China. También se menciona en un texto militar del año 1044. Sin embargo, las primeras referencias a su uso en batalla son del 1132 d.C. en el asedio de Dean durante la dinastía Jin.
El tubo unido a la punta de la lanza estaba hecho de bambú o de capas de papel. El gran cambio se produjo cuando se empezaron a fabricar tuberías de metal, en el tercer cuarto del siglo XIII. ANUNCIO Poco a poco los soldados comenzaron a separar el tubo metálico de la lanza y a utilizarla de forma independiente. Así nacieron los primeros rifles.
Los chinos utilizaban con frecuencia lanzas de fuego contra los mongoles y con gran éxito. Los mongoles, a su vez, adoptaron el arma y la utilizaron contra sus oponentes durante sus campañas en Europa y Oriente Medio, extendiendo así su uso.
Según representaciones del siglo XIV. Tanto los turcos como los persas, así como los europeos, utilizaron el arma. Hay una ilustración que atestigua el uso del arma por parte de un caballero a caballo.
El metalúrgico italiano Vinnozio Birincuccio, en su tratado "De la Pirotechnia", publicado en 1540, representa lanzas llameantes y lanzas llameantes de caballeros.
Sin embargo, los avances en la tecnología militar fueron rápidos y pronto hicieron que el arma quedara obsoleta, principalmente debido a su alcance insuficiente. Así que los primeros rifles lo reemplazaron. Estas armas tenían un alcance y una efectividad mucho mayores.
Y éstos fueron sustituidos a su vez por los arcabuces y aquellos por los mosquetes que armaron, en diversas variantes y modelos, a los soldados de los ejércitos europeos durante siglos.
Vale la pena señalar que el último uso registrado de la lanza de fuego en Europa fue durante la Guerra Civil Inglesa, en 1643, en Bristol.

Lanza llameante china como se muestra en el manuscrito.

Lanzas llameantes y lanzas llameantes como se ilustra en el libro De la pyrotechnia.

Soldado chino con lanza llameante.