Las relaciones de Turquía con la Alemania de Hitler fueron buenas durante la Segunda Guerra Mundial. Hitler quería una Turquía neutral de la cual obtener cromita valiosa. Turquía, sin estropear sus relaciones con Gran Bretaña o Estados Unidos, sirvió a Alemania hasta 1944. En octubre de 1941, Alemania y Turquía firmaron un importante acuerdo comercial al que siguieron otros.
El llamado Acuerdo Clodio – por el negociador alemán Karl Clodius, quien lo negoció – preveía el suministro de material de guerra a Turquía desde Alemania a cambio de productos turcos. Según el acuerdo, Turquía entregó a Alemania hierro, acero y un total de 135.000 toneladas de cromita. , además de otros productos.
Los turcos intentaron y siguen intentando restar importancia a su comercio con el régimen de Hitler, pero la evidencia está ahí. Además, los turcos permitieron que los buques de carga alemanes pasaran por el estrecho para facilitar los envíos de mineral, sin pasar por el Tratado de Montreux. Los aliados intentaron detener las exportaciones de cromita turca a Alemania comprándola ellos mismos. Sin embargo, los turcos siempre han tenido respeto por los alemanes, a pesar de las protestas aliadas y de las cartas del presidente estadounidense Roosevelt al homólogo turco de Inonou.
La importancia que tenía la cromita para la producción de guerra alemana se demuestra en el informe del ministro alemán de Armamento Speer a Hitler:"Si cesa la importación de material de aldea de Turquía, tendremos stock para 5 meses. La fabricación de aviones, tanques, vehículos, los misiles, submarinos y artillería deberían suspenderse durante uno a tres meses…” Esto es lo que Speer escribió el 10 de noviembre de 1943. Finalmente, Turquía, después de una intensa presión aliada, acordó reducir las exportaciones de cromita a Alemania en un 50% y en abril de 1944 decidió detenerlas por completo.
Sin embargo, había otro parámetro en las relaciones comerciales entre Alemania y Turquía... el oro. Turquía vendía cromita a cambio de oro, oro que también procedía de los países conquistados. Se estima que, oficialmente, al menos 1/3 del oro con el que los alemanes pagaron a los turcos procedía de los países conquistados de Europa.
En 1947 se descubrieron pruebas en los archivos del Reich Bank que demostraban la transferencia de oro belga a Turquía en marzo de 1943. Turquía también recibió pagos y oro alemanes a través de la embajada suiza en Ankara, que en 1945 representaba los intereses alemanes. Al mismo tiempo, el "blanqueo" del oro robado en Europa y su conversión en francos suizos se realizaba a través de dos bancos alemanes que operaban en Turquía.
Al mismo tiempo, los alemanes también vendían a través de Turquía otros objetos valiosos, joyas robadas y obras de arte. En total, 339 kg de oro belga y otros 904 kg procedentes de otros destinos "sospechosos" acabaron en Turquía. Muchos kilos más provinieron de las SS y aparentemente fueron botín de las trágicas víctimas del Holocausto.