1. Topografía y Planificación:
- Los ingenieros romanos realizaron estudios detallados para determinar la mejor ruta para el acueducto, asegurando un flujo de agua constante y minimizando los obstáculos.
2. Fuente y yacimientos:
- El origen de Aqua Claudia era un grupo de manantiales cerca de Subiaco, al noreste de Roma.
- Se construyeron a lo largo del recorrido unos embalses (castella aquarum) para almacenar y regular el caudal de agua.
3. Construcción del arco:
- El acueducto se construyó principalmente sobre el terreno mediante arcos de piedra y argamasa.
- Los arcos permitieron que el acueducto atravesara valles y terrenos irregulares.
4. Albañilería y Hormigón:
- Los romanos utilizaron una combinación de mampostería de piedra y hormigón (opus caementicium) para construir los canales del acueducto.
- El Opus caementicium estaba formado por una mezcla de ceniza volcánica (puzolana), cal y piedras trituradas, creando un material duradero y resistente al agua.
5. Control de gradiente y flujo:
- El acueducto se construyó con una ligera pendiente para asegurar un flujo constante de agua hacia Roma.
- Se utilizaron cámaras de control (specus divisorium) para regular la distribución del agua a diferentes puntos de la ciudad.
6. Sifones:
- En determinados tramos, el acueducto utilizaba sifones para salvar valles o depresiones.
- Los sifones implicaban tuberías de plomo o cerámica para mantener el flujo de agua bajo presión.
7. Mantenimiento y Restauración:
- Se realizaron inspecciones y mantenimientos periódicos para asegurar la funcionalidad del acueducto.
- Con el tiempo se realizaron reparaciones y restauraciones para mantener el suministro de agua a la ciudad.
8. Fuerza laboral:
- La construcción del Aqua Claudia involucró una fuerza laboral significativa, incluidos ingenieros, arquitectos, trabajadores calificados y posiblemente personas esclavizadas.
9. Plazo:
- El Aqua Claudia se construyó durante varios años durante el reinado del emperador romano Claudio, comenzando alrededor del año 38 d.C. y finalizándose en el 52 d.C.
El Aqua Claudia fue una hazaña notable de la ingeniería romana y proporcionó un suministro de agua confiable a Roma durante siglos, contribuyendo al crecimiento, la salud pública y la vida diaria de la ciudad.