1. Saqueo y riqueza: Los vikingos estaban impulsados principalmente por el deseo de saqueo y riqueza. Asaltaron y atacaron asentamientos, incluidos los de los sajones, para adquirir bienes valiosos, como oro, plata, joyas y ganado.
2. Expansión territorial: Los vikingos también estaban interesados en ampliar su territorio y establecer asentamientos. Vieron a Inglaterra, incluidas las tierras sajonas, como un área potencial para la colonización y la explotación de recursos.
3. Poder y control político: Los vikingos buscaban ganar poder político y control sobre las tierras que asaltaban y conquistaban. A veces instalaron gobernantes títeres o establecieron sus propios reinos, como el Danelaw en el este de Inglaterra.
4. Diferencias religiosas: Los vikingos eran paganos, mientras que los sajones eran cristianos. Esta diferencia religiosa podría provocar conflictos y animosidad entre los dos grupos, contribuyendo a la violencia y los asesinatos.
5. Choques culturales: Los vikingos y los sajones tenían prácticas y valores culturales diferentes, lo que podía dar lugar a malentendidos y conflictos. Estos choques culturales exacerbaron aún más las tensiones entre los dos grupos.
6. Represalias: A veces, los vikingos mataban a los sajones en represalia por ataques sajones anteriores o por resistirse a sus incursiones. Esta violencia podría escalar hacia ciclos de venganza y retribución.