Jaime II, que sucedió a su hermano Carlos II en 1685, siguió políticas que chocaron con el establishment protestante inglés y la autoridad del Parlamento. Estas políticas incluían:
- Intolerancia religiosa: Jaime II era un católico romano devoto y comenzó a promover el catolicismo a expensas del protestantismo. Esto alarmó a muchos protestantes ingleses, que temían la pérdida de sus libertades religiosas.
- Tendencias absolutistas: Jaime II creía en el derecho divino de los reyes y buscó aumentar su poder a expensas del Parlamento. Prorrogó el Parlamento, ignoró sus leyes y nombró a católicos para puestos de poder. Esto erosionó la autoridad del Parlamento y generó preocupaciones sobre la erosión de los derechos constitucionales.
- Impopularidad: Las acciones de Jacobo II, incluido su apoyo a la causa católica en Europa, causaron impopularidad entre muchos súbditos ingleses, lo que provocó una disminución de su legitimidad.
Invitación a Guillermo de Orange:
En 1688, un grupo de nobles y políticos ingleses invitó a Guillermo de Orange, gobernante protestante de los Países Bajos y yerno de Jaime II, a invadir Inglaterra y deponer a Jaime II. William estuvo de acuerdo y desembarcó con un ejército en Torbay, Devon, en noviembre de 1688.
La Revolución Gloriosa:
A medida que William avanzaba, el apoyo de James se desmoronó y finalmente huyó a Francia. William y su esposa, Mary (hija de James), fueron proclamados soberanos conjuntos por el Parlamento en febrero de 1689. Los acontecimientos que llevaron a la deposición de James II y la ascensión de William y Mary se conocieron como la Revolución Gloriosa.
Cambios constitucionales:
La Revolución Gloriosa provocó importantes cambios constitucionales que consolidaron el poder del Parlamento y establecieron los principios de monarquía constitucional y soberanía parlamentaria. Estos cambios incluyeron:
- La Declaración de Derechos (1689): Esta legislación histórica afirmó los poderes del Parlamento y garantizó derechos y libertades básicos, como la libertad de expresión, la libertad de religión y el derecho a presentar peticiones al rey.
- Supremacía del Parlamento: El Parlamento estableció su supremacía sobre la monarquía, asegurando que los futuros reyes gobernarían de acuerdo con las leyes del Parlamento y no podrían anularlas.
La Revolución Gloriosa marcó un momento crucial en la historia inglesa, asegurando el predominio protestante, limitando los poderes de la monarquía y estableciendo las bases para la monarquía constitucional moderna y la democracia parlamentaria en el Reino Unido.