Esta es la creencia de que los humanos son salvos del pecado y de la condenación eterna por la gracia de Dios, a través de la fe en Jesucristo, y no por buenas obras o esfuerzo humano. Esta idea era central para las enseñanzas de Martín Lutero y fue un importante punto de discordia con la Iglesia Católica, que sostenía que tanto la fe como las buenas obras eran necesarias para la salvación.
2. El sacerdocio de todos los creyentes
Esta es la creencia de que todos los cristianos son sacerdotes a los ojos de Dios y tienen acceso directo a Dios a través de Jesucristo, sin necesidad de un mediador humano como un sacerdote o un papa. Esta idea también fue central para las enseñanzas de Lutero y fue otro punto importante de discordia con la Iglesia Católica, que sostenía que sólo los sacerdotes ordenados podían administrar los sacramentos y realizar otras funciones sacerdotales.
3. La autoridad de las Escrituras
Esta es la creencia de que la Biblia es la autoridad suprema en materia de fe y doctrina y que es la única fuente de verdad para los cristianos. Esta idea contrastaba con la enseñanza de la Iglesia católica de que el Papa y la tradición de la Iglesia también eran fuentes autorizadas de verdad.
4. El derecho de interpretación privada
Esta es la creencia de que cada cristiano individual tiene derecho a interpretar la Biblia por sí mismo, sin necesidad de que un sacerdote u otra autoridad la interprete por él. Esta idea también contrastaba con la enseñanza de la Iglesia Católica de que la Iglesia era la única autoridad para interpretar la Biblia.
5. La importancia de predicar y enseñar
Ésta es la creencia de que la predicación del evangelio y la enseñanza de la Biblia son esenciales para la difusión del cristianismo y para el crecimiento de los cristianos en su fe. Esta idea contrastaba con el énfasis de la Iglesia católica en el ritual y la ceremonia.
6. La separación de la iglesia y el estado
Ésta es la creencia de que la iglesia y el estado deberían ser entidades separadas y que la iglesia no debería interferir en asuntos políticos. Esta idea contrastaba con la participación de la Iglesia católica en la política y su estrecha relación con el Estado.