historia historica

¿A qué sabe el café de guerra elaborado con bellotas?

Caminando por el bosque en otoño y sintiendo el crujir de las bellotas bajo nuestros pies, no nos damos cuenta de lo importantes que fueron para las mujeres polacas durante la Segunda Guerra Mundial. Podrían sustituir casi todo:harina, patatas, pero también… una pequeña negra. ¿Pero el café de bellota sabía a café de verdad? ¿Y pudo ponerse de pie?

En el río Vístula, el "pequeño negro" era conocido desde la época sajona, y ya entonces nuestros ingeniosos antepasados ​​elaboraban productos costosos con la ayuda de ingredientes nativos, por ejemplo, habas tostadas. Los más pobres no mezclaban el café con aditivos, sino que lo reemplazaban por completo. Uno de los erzacs más populares era el elaborado con bellotas. Cuando, debido a la guerra, los polacos se encontraron en una situación financiera y de suministro difícil, fue suficiente con desempolvar las viejas recetas.

Para preparar un café así en casa, sólo necesitamos harina de bellota. Puedes tomar atajos y comprarlo en una tienda de alimentos orgánicos o hacerlo tú mismo. La última opción requiere más mano de obra y requiere, entre otras cosas, hervir repetidamente las bellotas recogidas en el bosque y cambiar el agua para eliminar los taninos, que son perjudiciales y dan a los alimentos y bebidas de bellota un sabor ácido. A esto le sigue el descascarado, secado, triturado...

Lo confieso sin acertar:escribiendo "Ocupación entre bastidores" Usé la opción de comprar harina ya preparada. También te recomiendo la misma solución. Solo necesitas menos de una hora para preparar tú mismo un café de bellota y comprobar qué bebían nuestras abuelas en los momentos más difíciles.

Ingredientes

  • harina de bellota
  • sartén sin revestimiento de teflón
  • mucha paciencia
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Cómo ejecutar

La harina debe cocerse correctamente. La forma más sencilla de hacerlo es en una sartén normal, que, después de espolvorear con un poco de harina, se pone al fuego. Mientras probaba una receta para este libro, ahumé dos cucharadas muy colmadas en una sartén de poco más de 20 centímetros de diámetro. La harina de bellota es bastante ligera. Calentando poco a poco en una sartén seca, debemos tostarlo hasta que adquiera un color marrón oscuro, similar al color del café molido. Mientras fuma, tenga mucho cuidado de no quemarlo accidentalmente.

Cuando la harina tenga el color adecuado, retiramos la cacerola del fuego y enfriamos su contenido. Mientras tanto, llevamos el agua a ebullición. Para una taza de "café erzac", tomar una cucharadita del sustituto y verter agua hirviendo sobre ella, mezclarlo todo. Dejamos reposar la infusión un rato para que las partículas de harina de bellota tostada se hunda hasta el fondo.

Impresiones

A primera vista, el resultado final parece café molido bañado en agua hirviendo, pero las similitudes terminan ahí. Para comprender a qué fueron condenados muchos polacos durante la ocupación, vale la pena beber unos sorbos sin aditivos. Si bien el olor es peculiar pero bastante agradable, el sabor es muy intenso, definitivamente para conocedores. Agregar leche a este café tampoco lo convierte en néctar de dioses.

¿A qué sabe el café de guerra elaborado con bellotas? Sin embargo, no debemos olvidarnos de sus otras ventajas. Franciszka Gensówna, autora del libro "Cocina sana" (1943), destacó que, a diferencia del café auténtico, el café erzace no es caro ni perjudicial para la salud. Bueno, si no te gusta lo que te gusta, te gusta lo que tienes y por tal circunstancia igual te salen teorías. Y sólo un café elaborado con bellotas no podía sustituirlo:la inyección de energía proporcionada por la cafeína, que, al fin y al cabo, no crece en los árboles polacos...

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