La época dorada de la piratería fue una época extraordinariamente interesante, llena de personajes insólitos como el caballero pirata Stede Bonnet, los recién casados Anne Bonnet y Calico Jack o el mejor amigo de la muerte alias Bartholomew Roberts. Pero cuando se trata de piratas, el nombre más natural es la furia de los mares, Barba Negra . Todos sabemos lo brutal y feroz que era en sus asaltos pero ¿qué le distinguía de otros piratas? ¿Qué le permitió hacer rendir a sus enemigos simplemente mostrándose? Bueno... su cara.
Por supuesto, gracias a los cientos de transposiciones cinematográficas y no cinematográficas, nos hemos acostumbrado a ver a Barbanegra como una furia con un sable desenvainado mientras se abre paso a través de la cubierta enemiga, cortando y desgarrando carne. Lo cual no está tan lejos de la realidad pero tampoco es del todo cierto, la vida como pirata siempre incluyó peleas pero Barbanegra también era un estratega.
El Anne Revenge de la Reina (su barco) divisó enemigos a kilómetros de distancia y se acercó con furia implacable y mientras los capitanes del pobre comerciante observaban en la cubierta enemiga, lo que vieron fue: un hombre alto con una larga barba negra, con un sombrero de de las cuales cuelgan mechas que escupen humo a paladas y chispas como si aquello no fuera un ser humano sino un demonio que logró escalar los círculos del infierno.
Esta intimidación mezclada con su habilidad como actor consiguió en muchos casos provocar una rendición del adversario en la que ningún marinero resultó herido (entre piratas o comerciantes) y le llenó el pecho. Gracias a su planificación avanzada y a los rumores sobre él, su fama se descontroló con rumores infundados que reforzaban su imagen de criatura sobrenatural.
En realidad Barbanegra no era tan monstruoso, era conocido por los ataques a barcos de esclavos y por la cantidad de esclavos liberados que se unían a su tripulación en reconocimiento al aumentar el armamento de que disponía. Aún más interesante es el hecho de que históricamente hablando y con datos en la mano no existe ningún asesinato real en su nombre ya que los barcos que afirmaban haber sido robados por él llegaron vacíos pero con la tripulación intacta.
Este mito de los mares desaparecerá en la Batalla de la isla Ocracoke donde después de mostrarle al Gobernador Maynard cuán cierto era el rumor que lo representaba como una bestia furiosa, perdió la vida y su cabeza fue adherida al mascarón de proa del estandarte del gobernador.
La muerte del cuerpo, sin embargo, permitió renacer el mito con los diversos avistamientos de las inexplicables luces en el mar que serán llamadas "Luces de Tatch" (por el apellido del pirata), y con diferencia la más macabra que Quiere que su fantasma siga navegando hoy. mares en busca de su cabeza para ser reconocido por su mejor amigo, el diablo.
Fuente:https://digital.lib.ecu.edu/17001