historia historica

¿Cómo se trataba una pierna rota en 1845?

En 1845, el tratamiento de una pierna rota dependería de la gravedad de la fractura y de la disponibilidad de atención médica. Éstos son algunos de los métodos comúnmente utilizados durante ese tiempo:

Entablillado :

- El tratamiento más común para una pierna rota implicaba entablillar la extremidad lesionada para inmovilizarla y permitir que el hueso sanara.

- Para crear una férula se utilizarían simples tablillas de madera o materiales como tiras de periódico enrolladas o palos.

- Si están disponibles, se podrían colocar materiales acolchados como lino o tela entre la piel y la férula para evitar ampollas o molestias.

Ajustar el hueso :

- Si la fractura fue grave o estaba desalineada, un médico o un profesional de la salud con experiencia podría intentar reposicionar o "fijar" el hueso fracturado, a menudo sin el uso de anestesia.

- Este procedimiento puede resultar extremadamente doloroso.

Vendaje :

- Después de entablillar o restablecer el hueso, se aplicarían vendajes para asegurar la pierna en su lugar y brindar apoyo adicional.

Reposo en cama :

- Por lo general, se le indicará al paciente que permanezca en reposo en cama con la pierna elevada para reducir la hinchazón y promover la curación.

Manejo del dolor :

- Hubo opciones limitadas para el tratamiento eficaz del dolor.

- Algunos remedios comunes incluían la administración de opio, láudano o alcohol para aliviar el dolor. Sin embargo, estas sustancias tenían riesgos y efectos secundarios importantes.

Control de infecciones :

- La infección era una preocupación importante, ya que los conocimientos y prácticas médicos en materia de higiene y esterilización aún estaban en desarrollo.

- Se pueden utilizar métodos sencillos como lavar la herida con una solución débil de vinagre para limpiar la lesión, con distintos grados de eficacia.

Amputación :

- En casos graves que impliquen huesos rotos o la imposibilidad de fijar correctamente la fractura, se podría considerar la amputación para evitar la propagación de la infección.

En general, el tratamiento de las fracturas en 1845 era una tarea desafiante con tratamientos médicos disponibles relativamente limitados. Con los avances en la medicina y las mejores prácticas, el tratamiento de la pierna rota hoy en día implica técnicas mucho más efectivas que las que estaban disponibles a mediados del siglo XIX.