1. Liberación Aliada :En muchos casos, las marchas de la muerte terminaron cuando las fuerzas aliadas liberaron las zonas donde se llevaban a cabo. La llegada de las tropas aliadas interrumpió las operaciones nazis, obligándolos a abandonar las marchas y desviar recursos para combatir el avance de las fuerzas aliadas.
2. Rendirse o Captura :A medida que las fuerzas aliadas se acercaban a los territorios controlados por los nazis, algunas marchas de la muerte se detuvieron cuando las tropas alemanas se rindieron o fueron capturadas. La rendición o derrota de las fuerzas nazis en batallas clave como la Batalla de Berlín y la Batalla de Stalingrado contribuyeron al fin de muchas marchas de la muerte.
3. Escape y Liberación :En algunos casos, los prisioneros en marchas de la muerte lograron escapar y encontrar refugio en poblaciones locales, grupos de resistencia o fuerzas aliadas. Los prisioneros que escapaban a veces compartían información sobre las marchas con los aliados, lo que llevó a los esfuerzos de rescate y a la interrupción de estas atrocidades.
4. Enfermedad y agotamiento :Las duras condiciones de las marchas, sumadas a una alimentación, alojamiento y atención médica inadecuadas, a menudo resultaron en altas tasas de mortalidad entre los prisioneros. Muchas marchas de la muerte terminaron debido al puro cansancio y agotamiento de los prisioneros, dejando miles de muertos en el camino.
5. Treguas negociadas :En ciertos casos, las negociaciones y treguas entre las fuerzas aliadas y los nazis llevaron a acuerdos que permitieron la liberación o el intercambio de prisioneros involucrados en las marchas de la muerte. Estas negociaciones tenían como objetivo evitar más pérdidas de vidas y mejorar las condiciones de los prisioneros supervivientes.
6. Intervención de Terceros :En algunos casos, países u organizaciones neutrales intervinieron para negociar la liberación de prisioneros o brindar asistencia a los afectados por las marchas de la muerte. Por ejemplo, los esfuerzos de la Cruz Roja y otras organizaciones humanitarias contribuyeron a poner fin a ciertas marchas de la muerte y brindar ayuda a los sobrevivientes.
Es importante señalar que, si bien estos factores contribuyeron al fin de las marchas de la muerte, no pusieron fin inmediatamente a todas esas atrocidades. El régimen nazi continuó realizando marchas de la muerte hasta su derrota final en la Segunda Guerra Mundial, lo que resultó en la trágica pérdida de millones de vidas durante el Holocausto y otras persecuciones sistemáticas.