Historia de Europa

¿Cuándo y dónde aparecieron por primera vez el dinero, los bancos y los banqueros?

La economía sumeria se basaba principalmente en el trueque, y para evitar que los mercados se convirtieran en un campo de batalla o que los pícaros hicieran de las suyas, los gobernantes publicaban anualmente tablas de equivalencias de productos. Así, cualquier comprador podía saber que un kilo de lana -que pesa lo mismo que un kilo de hierro- equivalía, por ejemplo, a dos litros de cerveza, 300 gramos de cobre o 2 kilos de dátiles. Gracias a muchas de estas tablas que se han conservado hasta nuestros días sabemos que el oro no era uno de los metales más caros. Hubo otros materiales que lo superaron, como el lapislázuli, el cobre, el estaño y, sobre todo, la plata.

¿Cuándo y dónde aparecieron por primera vez el dinero, los bancos y los banqueros?

El metal de los metales en la tierra entre los dos ríos era plata. Y era tan apreciado que sólo los miembros de las familias reales, gobernadores o miembros de alto rango del clero podían usar adornos de plata en su vestimenta o portar joyas hechas de dicho material. Otra función que este metal cumplía a la perfección era la de estabilizador del sistema económico y medio de pago (dinero ). Imaginemos a un campesino que quiere comprar un cordero para celebrar la boda de su hija y va al mercado con cierta cantidad de cebada para intercambiar. ¿Qué pasa si el cuidador de ganado no necesita cebada? La solución fue muy fácil. El campesino podía acudir a cualquier recinto sagrado donde se cambiaba la cebada por su equivalente en plata. Eso sí, con una comisión del 3,5%. Con la plata en su poder ya podía comprar el cordero con la confianza de que este metal sería aceptado por cualquier comerciante. Entonces, estos primeros bancos Eran, directamente, los templos. Un elemento curioso es que la plata que le regalaba el templo se presentaba en forma de anillos de 8 gramos de peso o espirales en caso de grandes cantidades. A falta de carteras o bolsillos, podía llevarlos cómodamente en los dedos y en los brazos. Además, y como pequeña calderilla, los anillos se podrían dividir en cuatro partes de 2 gramos cada una.

¿Cuándo y dónde aparecieron por primera vez el dinero, los bancos y los banqueros?

Pues bien, en Roma, como en muchas otras ocasiones, lo que hicieron fue copiar a los griegos que seguían el modelo banco/templo de Sumeria. El Templo de Saturno en Roma albergaba el Aerarium (tesoro) en tiempos de la República y durante la época imperial el Templo de Cástor y Pólux era el depósito del tesoro del Estado. La particularidad del sistema bancario de griegos y romanos era que los banqueros privados surgieron… en Roma se les llamaba argentarii (de argentum , plata). Los argentarios Comenzaron como simples cambistas (en aquella época Roma era el lugar que recibía a más "turistas") y para controlar las falsificaciones y sacar de la circulación las monedas "estropeadas" (al ser metales como el oro o la plata, muchas raspaban los bordes y se iban perdiendo). su peso); para luego gestionar un negocio muy similar al de nuestros tiempos. Existían dos tipos de operaciones realizadas por estos banqueros:el depositum , simplemente como fideicomisarios y guardianes del dinero por el cual el argentarius no pagaba intereses pero con los que tampoco podía “comerciar”; y el crédito Por el dinero depositado, el banquero pagaba intereses al cliente y, a cambio, podía moverlo para generar beneficios. En las "cuentas" en el formato depositum el banquero pagaba, en nombre del cliente, las deudas contraídas por él o las compras en subastas (la presencia de los argentarii era frecuente en las subastas de esclavos), ya sea mediante "transferencia interna" si ambos tenían una cuenta en el mismo banco o mediante letra de cambio; en las “cuentas” en creditum En este formato los banqueros utilizaban este dinero para prestarlo a terceros y, lógicamente, con un tipo de interés superior al que pagaban (recordemos que los bancos eran/son/serán empresas). Además, los argentarii se agruparon en un órgano colegiado en el que sólo ellos decidían aceptar nuevos miembros.

¿Cuándo y dónde aparecieron por primera vez el dinero, los bancos y los banqueros?

¿Y las monedas, esas piezas circulares de metal que alegran nuestros bolsillos con su tintineo? Que recuerdos de nuestra querida rubia… Recuerdos y nunca mejor dicho porque la moneda es esa, la memoria, la memoria. Veámoslo.

Nuestra palabra moneda deriva de la madre de las Musas, Mnemosyne. , divinidad que lleva en su nombre la raíz indoeuropea de la memoria:* mnem – todavía presente en nuestra memoria. El poeta latino Livio Andrónico utilizó el término Moneta para referirse al griego Mnemosyne . Moneda , es por tanto la latinización del griego Mnemosyne . Posteriormente, esta divinidad fue asociada a Juno, la madre de los dioses, y fue honrada bajo este epíteto, Juno Moneta. , en un templo ubicado cerca de la ceca de Roma, ubicado en el Capitolio, donde actualmente se encuentra la iglesia de Santa María en Aracoeli. Debido a la proximidad entre la ceca de Roma, donde se acuñaban oficialmente las monedas, y el templo de Juno Moneta (el que recuerda), el producto de la fábrica se identificaba con el lugar.

Y si el vil metal sumerio era la plata, hoy el vil metal se ha convertido en plástico… el de las cartas. Salvo algunos que las maldicen y han jurado no usarlas nunca, el resto de los mortales llevamos en la cartera al menos una tarjeta de plástico que nos hace la vida más fácil o más difícil, según lo consciente o inconscientemente que seamos. ser. Pues bien, en pleno siglo XXI existe un cajero automático que, además de los idiomas reconocidos internacionalmente, ofrece el latín como alternativa para la comunicación con el cajero automático. Y, lógicamente, está en el Vaticano. Entre sus diferentes alternativas nos ofrece:

Deductio ex pecunia (retirar dinero)
Rationum aexequatio (conocer el saldo)
Negotium argentarium (movimientos de cuenta)
Retrahe scidulam deposita (retirar la tarjeta)…