Cuando hablamos de animales omnívoros, como el hombre o los cerdos, nos referimos a animales que comen todo tipo de sustancias orgánicas. La gran diferencia es que en el caso del cerdo el prefijo omni – (todo) se refiere a “todo” literalmente:plantas, gusanos, insectos, cortezas de árboles, animales muertos, basura, excrementos… Y de eso trata esta historia, excrementos… pero otros animales.
Uno de los problemas a los que cualquier núcleo de población ha tenido que enfrentarse a lo largo de la historia ha sido el vertido de basuras y aguas residuales. Aunque, por ejemplo, en la Antigua Roma intentaron corregirlo con vertederos de basura y la red de alcantarillado (como la Cloaca Máxima ), lo cierto es que esto era una excepción en la antigüedad y más aún en las zonas rurales, donde los pozos negros o la propia naturaleza eran el "destino" de tan insalubres residuos. Pues bien, en China en el siglo III a.C. ya tenían la solución para “reciclar” excrementos humanos:letrinas para cerdos .
Las letrinas se construyeron sobre las pocilgas, de tal forma que todo lo que se "evacuaba" de la letrina caía por un agujero directamente a la pocilga donde los cerdos daban buena cuenta -recordemos que se comen de todo-. Lo que para los humanos era el llamado de la naturaleza, para los cerdos era el llamado a comer. De hecho, el carácter chino 猪圈 significa tanto pocilga como letrina. Y el relato puede ser aún más escatológico si pensamos que, aunque las autoridades sanitarias han prohibido su uso, en pleno siglo XXI todavía hay poblaciones rurales en China e India donde todavía se ven letrinas para cerdos. Del destino de esos cerdos... mejor no pensar.
Letrina móvil para cerdos
Fuente:Baños para cerdos