El mito de la fundación de Roma
Cuenta la leyenda que Roma fue fundada en el año 753 a.C. por Rómulo y Remo, hijos gemelos del dios Marte y la mortal Rea Silvia. Al nacer, los dos hermanos fueron abandonados por el río Tíber y salvados por una loba, que los amamantó y protegió. Finalmente, un pastor los recogió y los llamó Rómulo y Remo. Después de matar a Remo en una discusión, Rómulo le puso su nombre a la ciudad. La historia, a su vez, nos cuenta que algunas tribus de origen sabino y latino establecieron un asentamiento en el Monte Capitolino, junto al río Tíber.
La Monarquía
En un período legendario, Roma estaba gobernada por siete reyes que tenían poder absoluto. El Senado, formado por jefes de familia, les asesoró. Alrededor del 575 a.C., los reyes etruscos dominaron Roma e influyeron decisivamente en el inicio de la civilización romana. Dictaron leyes prudentes a favor de la artesanía y el comercio, con lo que Roma adquirió gran importancia. Sin embargo, poco a poco estos reyes fueron dando paso a otros monarcas, violentos y tiránicos, que despreciaban las opiniones del Senado.
La república y sus magistrados
Las familias patricias que formaban el Senado, temerosas de perder su poder ante la tiranía de los reyes, los expulsaron y proclamaron la República. Éste se basó en tres órganos:el Senado, los magistrados y las Asambleas, simbolizados por las conocidas siglas S.P.Q.R. (Senatus Populusque Romanus, que significa "Senado y pueblo romano").
El trabajo de los esclavos
Como consecuencia de las guerras de expansión, los esclavos en Roma eran muy numerosos. No eran considerados seres humanos, sino propiedad y, por tanto, eran explotados y vendidos como mercancías. Su trabajo, en la artesanía y la agricultura, fue decisivo para la producción de bienes necesarios para la sociedad. Podrían comprar su libertad o ser liberados por el propietario. A partir del siglo II a.C. se produjeron varias rebeliones de esclavos, como la encabezada por Espartaco.
El ejército romano
El Imperio Romano dependía de un ejército fuerte y bien organizado, que realizaba las campañas de expansión y defendía las fronteras. Los legionarios eran la base del ejército romano; la mayoría de ellos eran voluntarios. Para entrar en el ejército era imprescindible ser ciudadano romano. El ejército estaba estructurado en legiones de seis mil soldados, cada una dividida en diez cortes.
Religión romana
La religión romana se formó combinando diversos cultos y diversas influencias. Las creencias etruscas, griegas y orientales se incorporaron a las costumbres tradicionales para adaptarlas a las nuevas necesidades del pueblo. El Estado romano propagó una religión oficial que adoraba a los grandes dioses de origen griego, pero con nombres latinos, como Júpiter, padre de los dioses; Marte, dios de la guerra, o Minerva, diosa del arte. En honor a estos dioses se celebraban fiestas, juegos y otras ceremonias. Los ciudadanos, a su vez, buscaban protección en espíritus domésticos, llamados hogares, a quienes adoraban en casa. El Edicto de Milán de Constantino estableció la libertad de culto para los cristianos, poniendo fin a las violentas persecuciones. En el siglo IV d.C., el cristianismo se convirtió en la religión oficial, por orden del emperador Teodosio.
Arte romano
Inspirándose en el modelo griego, el arte romano incorporó las formas y técnicas de otras culturas mediterráneas.
Roma destacó en arquitectura con grandes edificios públicos y privados. Entre las privadas se encuentran casas y residencias colectivas. Los públicos se dividen en religiosos (templos), administrativos y comerciales (basílicas) y recreativos (teatro, anfiteatro y circo). El espíritu práctico de Roma se refleja en el urbanismo y en las grandes obras de ingeniería, como carreteras y acueductos.
La ciudad de Roma en el siglo I a.C.
En el siglo I a.C., Roma sufrió una transformación espectacular, convirtiéndose en una ciudad llena de comodidades, con casas comerciales, jardines y edificios monumentales. Se construyeron numerosas residencias y lugares de entretenimiento, como el Coliseo, y se realizaron importantes mejoras en el sistema de alcantarillado y acueductos de la ciudad.
La crisis del Imperio Romano
A partir del siglo III, el Imperio Romano entró en decadencia. Con el fin de las guerras de conquista, la principal fuente de esclavos se agotó. Se inició la crisis de la esclavitud, que sacudió gravemente la economía, dio lugar al poblamiento y provocó el éxodo urbano. Además, hubo luchas de poder y las legiones menguaron. Debilitado, el Imperio Romano quedó dividido en dos y la parte occidental no resistió las invasiones de los bárbaros germánicos en el siglo V.
Civilización romana
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