A su regreso a Viena, el 9.03.1938, Von Schuschnigg anunció la convocatoria de un plebiscito para que la población decidiera sobre la independencia de Austria (una Austria libre, independiente, social y cristiana). Seyss-Inquart le transmitió el deseo de Hitler, en realidad una orden, de que se suspendiera el plebiscito. El ejército alemán ocupó algunos puntos de Austria dos días antes de la fecha fijada para el plebiscito. La consulta popular tuvo que ser suspendida.
Ante la presión de Hitler, Seyss-Inquart fue nombrado Canciller. Desde su nuevo cargo, llamó a las tropas alemanas a ocupar el país. El 12 de marzo de 1938 ocuparon toda Austria sin encontrar resistencia. Al día siguiente se anunció el Anschluss.
" He cumplido la misión más grande de mi vida. Como Führer y Canciller de la nación alemana, informo a la Historia que mi país está ahora incorporado al Reich alemán." Discurso de Hitler en Viena, el día 14.
Las potencias no reaccionaron ante este nuevo golpe de Hitler. Gran Bretaña anunció que la resistencia expondría a Austria a peligros de los que el ejército británico no podría liberarla. La pasividad francesa, en medio de una profunda crisis interna, se ha explicado por la falta de fuerza militar, aunque el francés Briand llegó a declarar que el Anschluss era una guerra. Italia guardó silencio, lo que provocó que se rompiera la amistad entre Italia y Francia. Checoslovaquia y Polonia permanecieron indiferentes. Hitler había movido bien los hilos diplomáticos, había firmado un tratado de amistad con Rumania, el protocolo para la constitución del Eje Roma-Berlín, el Pacto Anti-Comintern (al que se adhirieron Italia, Hungría, Manchukuo, España) y había obtenido garantías de que Mussolini no se opondría al Anschluss. El 2 de abril, las potencias occidentales aceptaron el hecho consumado.
El anuncio del Anschluss fue recibido en Alemania con gran alegría, fue el comienzo de la Gran Alemania y la apertura del imperialismo alemán a los Balcanes. La popularidad de Hitler estaba en niveles muy altos.
Para legitimar esta acción, Hitler convocó un referéndum en abril de 1938. El resultado fue mayoritariamente favorable a la unión con Alemania (más del 99% de los votos). La papeleta (en la imagen) habla por sí sola de la manipulación de la consulta