Historia antigua

catilina

Catilina (Lucius Sergio Catiline) (108-62 a.C.) fue un político romano del siglo I a.C. quien es conocido por sus conspiraciones para derrocar a la República Romana y especialmente a su Senado aristocrático

Nacida en una familia noble empobrecida, Catilina sirvió en la Guerra Social con Pompeyo y Cicerón bajo Pompeyo Estrabón. Luego apoya a Sila durante la guerra civil del 84-81 a.C. J.-C..

En el 73 a.C. se le acusa de adulterio con una virgen vestal, Fabia, que era media hermana de la esposa de Cicerón.

Se convirtió en pretor en el 68 a.C. AD y gobierna la provincia de África durante los próximos dos años. A su regreso fue procesado por abuso de poder y absuelto en el 66 a.C. J.-C. se le acusa de conspiración con Autronio y Sila, pero esta conspiración no la conocemos bien.

En el 64 a.C. J.-C. fue derrotado por Cicerón en las elecciones consulares del año 63. Catilina decidió entonces presentarse como defensor de los populares y veteranos de Sila. Y comienza a organizar una nueva conspiración.

En el 63 a.C. J.-C. Cicerón convertido en cónsul descubre la conspiración y la revela al Senado, en un famoso discurso que comienza con estas palabras:

“¿Qué tandem abutere, Catilina,patientia nostra? - ¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?

quien obligó a Catilina a huir de Roma. Residió en Etruria con su amigo Manlio, dejando a sus seguidores buscar la complicidad de los Alóbroges (tribu gala de la provincia de Narbonense. Ellos se negaron e incluso informaron a las autoridades romanas. A propuesta de Catón de Utica, Catilina y su camarilla de conspiradores fueron condenados a muerte por un senatus consultum ultimum, que era ilegal (fuentes:Salustio + Enciclopedia de la Antigüedad Clásica publicada por ediciones Séquoia)

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En enero del 62 a.C. AD Catilina y sus compañeros son interceptados y derrotados por tropas romanas en Pistorium (hoy Pistoia) y Catilina encuentra la muerte allí luchando. Un senador comentó:"¡Qué hermosa muerte!... Lástima que no sirvió a la República".

Las conspiraciones de Catilina inspiraron varias obras literarias:Las Catilinas de Cicerón, los discursos pronunciados en el Senado, que se convirtieron en un ejemplo de elocuencia y retórica y la historia de esta conspiración escrita por Salustio bajo el título de De Conjuratione Catilinæ.

La historia de esta conspiración fue escrita por Salustio y, en el siglo XIX, por Prosper Mérimée (1844). El Catilinarium de Cicerón añade detalles llamativos. El padre Crébillon, en Catilina (1748), Voltaire, salvado en Roma, puso en escena la conspiración y el trágico final de Catilina.


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