Historia antigua

Documentos viales

Documentos viales

El trabajo de los agrimensores no se limitó al cálculo y replanteo de las carreteras. Gracias a la gran cantidad de datos que pudieron recopilar (distancias entre ciudades, obstáculos, puentes, etc.), sirvieron de base para el trabajo de los responsables de la elaboración de los mapas.

La base de trabajo de los cartógrafos romanos era la voluta, de longitud y anchura estándar y completamente rellena. Esto implica una distorsión de la visión general, la escala no existe como en nuestras hojas de ruta actuales. Sin embargo, el viajero romano pudo encontrar allí muchas indicaciones sobre las etapas o los relevos, la duración de las etapas, los obstáculos o los lugares destacables (capitales, santuarios), que más importaban al viajero de esta época.

El itinerario de Antonino

El itinerario de Antonin es, por su parte, un cuaderno indicador donde se enumeran todas las rutas, las etapas y las distancias. Está inspirada en la tabla de Peutinger y fue redactada por primera vez durante el reinado de Caracalla (de donde toma su nombre, siendo Antonino el pueblo de Caracalla), luego probablemente remodelada en la época de la Tetrarquía, a finales del siglo III. , porque evoca a Constantinopla. Probablemente fue hecho a partir de un mapa mural.

La mesa Peutinger

El documento más conocido que ha llegado hasta nosotros es la tabla de Peutinger, o tabla de Teodosio. En realidad, se trata de la copia, realizada por un monje alsaciano en el siglo XIII, del documento elaborado a principios del siglo III por Castorio. Este documento también podría ser una copia del mapa del Imperio de Agripa destinado a su suegro, el emperador Augusto. Entregado al humanista Konrad Peutinger, ahora se encuentra en la biblioteca de Viena, Austria. En 11 hojas (6,80 m por 0,34 m en total), la Tabla representa el mundo conocido de la época, desde Inglaterra hasta el norte de África y desde el Atlántico hasta la India.

Otros documentos

En el siglo XIX se encontraron cuatro copas en el lago Bracciano, cerca de Roma. Les Goblets de Vicarello (del nombre del lugar del descubrimiento) llevan grabados en varias columnas los nombres de los relevos y las distancias que los separan, en el camino que va de Roma a Cádiz.

Existían otros documentos, más precisamente centrados en una ruta. Es el caso, por ejemplo, de las rutas de peregrinación a Jerusalén como las de Eusebio de Cesarea, Nicomedia o Teognis de Nicea. Son posteriores (siglo IV) pero el sistema sigue siendo el mismo:las etapas, las distancias entre estas etapas, los relevos.


Publicación siguiente