Nancy, 1854 - Thorey, Meurthe-et-Moselle, 1934.)
- Lyautey
Mariscal de Francia. Proveniente de una familia de soldados de Lorena, el joven Lyautey mantuvo la tradición ingresando en Saint-Cyr en 1873 y luego en la escuela de solicitud de personal dos años más tarde, antes de servir en 1877 en la caballería, su arma preferida. .
Las necesidades del servicio, sin embargo, le obligaron a ascender en Argelia, Tonkín y luego Madagascar, donde Gallieni apreció las cualidades de este jefe de escuadrón que le secundó como jefe de estado mayor.
Coronel en 1900, general de brigada en 1903, de división en 1907, Lyautey actuó en el sur de Argelia y luego en las fronteras de Marruecos, donde se distinguió por su humanidad y su gran respeto por las tradiciones indígenas.
Después de dirigir el cuerpo de loe en Rennes, el general fue designado para gobernar, en 1912, el nuevo protectorado de Marruecos*. Por su rectitud, su gran experiencia de las tradiciones norteafricanas, su brillante inteligencia, su calidez comunicativa, el general residente se ganó la estima del sultán y de su séquito, contribuyendo a pacificar el país a pesar de las intrigas alemanas y desarrollando la economía de "un país todavía feudal". territorio.
Los misterios de la vida política parisina le parecían demasiado desleales para prorrogar más allá del mes de abril de 1917 el cargo de Ministro de la Guerra propuesto por Aristide Briand en diciembre anterior.
El bastón de mando del mariscal en 1921 premia un trabajo sólido al que Lyautey ha puesto tanto corazón.
Algunos, además, se sienten ofendidos por este tipo de proconsulado. También la victoria del cartel de la izquierda, en 1924, marca el comienzo de una desgracia que precipitará, al año siguiente, la revuelta de Abd el-krim.
Por tanto, el mariscal dedicará todos sus esfuerzos a perpetuar la vocación educativa de Francia en las colonias; el éxito de la exposición de 1931, en el bosque de Vincennes, representó para él la culminación de una carrera que fue ante todo un apostolado.
Miembro de la Academia francesa desde 1912, el mariscal destacó, entre 1891 y 1900, por sus escritos sobre el papel social del oficial y su misión educativa en los territorios de ultramar.
Tras la independencia de Marruecos, el cuerpo del mariscal fue trasladado de Rabat a París y depositado en Los Inválidos junto a los otros grandes servidores de Francia