Historia antigua

1613:Aparecen los primeros buzos.

1613:Aparecen los primeros buzos.

Diagrama de la campana de buceo, mejorado por Edmund Halley. Grabado de Louis Figuier. Las maravillas de la ciencia, 1867-1891 • WIKIMEDIA COMMONS

Desde la antigüedad, el hombre ha buscado una forma de moverse bajo el agua sin las limitaciones impuestas por la respiración. Además de los buceadores, hay evidencia de que el ejército asirio tenía nadadores que respiraban con pieles de cabra, muy parecidos a los "buzos" romanos llamados urinatores. . Sin embargo, ninguno de ellos pudo alcanzar grandes profundidades.

Es del siglo XVI th siglo que se ideó un proceso que permitió permanecer en el fondo del mar durante mucho tiempo. Si dejamos de lado los proyectos visionarios de Leonardo da Vinci, estos inventos están vinculados a una nueva necesidad surgida con el descubrimiento de América y el aumento del tráfico marítimo:el salvamento de bienes y equipos de barcos hundidos.

España a la vanguardia

En particular, la Corona española tenía un gran interés en recuperar los cargamentos de los galeones de la Flota de la India perdidos durante tormentas y huracanes. Lo hace fomentando innovaciones que resulten eficaces y protegiendo a sus inventores con "privilegios de invención" y contratos exclusivos de salvamento. Estas medidas fomentan el desarrollo de multitud de equipos. En 1539, el capitán Blasco de Garay ofreció al emperador Carlos V "un proceso mediante el cual cualquier hombre puede permanecer bajo el agua el tiempo que desee con la misma tranquilidad que si estuviera en tierra".

Poco después, en 1597, el navarro Jerónimo de Ayanz obtuvo una patente real que le permitía utilizar varios de sus inventos en la India:gafas de buceo, recipientes de aire con boquilla y tubos con válvulas de purga y escape. alimentación desde la superficie que él mismo probó delante del rey Felipe III sumergiéndose en el Pisuerga durante una hora. Esta inmersión puede considerarse el primer registro oficial de una prueba exitosa de un equipo de buceo.

Piel de cabra y cuerno pulido

A principios del siglo XVII th En el siglo XIX, otros dos inventores españoles crearon un traje de buceo real. Diego Ufano, ingeniero militar español destinado en Flandes, presentó en 1613 una solución global para la recuperación de cañones de naufragios. En su Tratado de Artillería Aparece una bella ilustración de un buzo equipado con un traje de piel de cabra compuesto por una capucha y gafas de cuerno pulido que permiten ver bajo el agua. El buzo respira a través de un tubo que se mantiene a flote. Este rudimentario conjunto le otorga seguridad y autonomía mientras recupera un cañón con un instrumento similar a una barrena. Ufano reconoce en su libro que se inspiró en los buzos genoveses que recuperaron armas hundidas en las Azores.

“Una o dos o más personas bajan al fondo del mar […] por un lapso de tres o cuatro horas”, dice Pedro de Ledesma.

En 1623, el secretario real Pedro de Ledesma describió en una obra manuscrita el traje de buceo utilizado habitualmente para recuperar el cargamento de los galeones de la Flota de Plata hundidos en Matecumbe, incluido el famoso galeón Atocha. El texto, acompañado de láminas, describe el invento como "seguro para que una o dos o más personas desciendan al fondo del mar a profundidades de 16 a 25 brazas [26-42 m] durante un período de tres o cuatro horas". reloj." De nuevo hay que dar crédito a su uso práctico, como afirma Ledesma, “Puse este invento en práctica en 1623 en los dos islotes de Matecumbe. »

Los trajes de Ufano y Ledesma –mejorados en 1720 por Alejandro Durand con fuelles y mangueras para renovar el aire– sentaron las bases del moderno traje de buceo con casco rígido inventado en 1818 por el británico Augustus Siebe.

Cronología
1519

Leonardo da Vinci dibuja trajes de buceo:mangueras, aletas, dispositivos respiratorios...
1539
El capitán Blasco de Garay regala a Carlos V un traje para permanecer bajo el agua "el tiempo que quieras".
1602
El navarro Jerónimo de Ayanz se prueba la escafandra delante de Felipe III sumergiéndose durante una hora en el Pisuerga.
1613
Diego Ufano inventa una solución para recuperar los cañones de los barcos hundidos.
1623
Pedro de Ledesma detalla el traje de buceo utilizado para recuperar objetos de los pecios del Matacumbé.