En la década de 1950, la Marina de los EE. UU. también consideró la idea de un portaaviones submarino de propulsión nuclear. El submarino AN-1 llevaría ocho aviones. Aunque el AN-14 nunca se construyó, podría haber escrito su propia página en la historia naval.
Vale la pena señalar que la idea de los submarinos portaaviones fue iniciada por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, quienes construyeron grandes submarinos capaces de transportar aviones con el fin de bombardear los EE. UU.
El AN-1 sería una variante de los submarinos clase Halibut, cada uno de los cuales podría transportar cinco misiles de crucero Regulus del tamaño de un avión pequeño.
La AN-1 tendría una longitud de unos 150m. Podría desarrollar una velocidad máxima de 16 nudos en picado y contaría con un reactor nuclear de 15.000 CV. Además del avión, llevaría ocho tubos lanzatorpedos, seis hacia delante y dos hacia atrás.
El submarino llevaría ocho cazas que se lanzarían verticalmente. Los cazas diseñados por Boeing desarrollaron una velocidad máxima de Mach 3. Los aviones también volarían verticalmente.
El plan para utilizar el submarino preveía la navegación submarina hasta las costas soviéticas o chinas y luego el lanzamiento del avión con armas nucleares. Aún así, una fuerza submarina de este tipo podría ser la primera línea de defensa aérea para Estados Unidos y Europa.
Hoy en día, con la amenaza de las armas hipersónicas y balísticas contra objetivos de superficie, los grandes portaaviones están amenazados. Así que la vieja idea de los portaaviones submarinos parece aún más razonable, especialmente ahora que la tecnología de los drones ha avanzado tanto.