Historia antigua

Polonia:80 años de la invasión soviética... y teorías conspirativas

Polonia:80 años de la invasión soviética... y teorías conspirativas

"Cuando vi a los alemanes venir del oeste y a los rusos del este, pensé que había llegado nuestro fin", dijo Eugene Tchaikovsky, nacido en 1913, en un reportaje en la televisión pública alemana. cuando se le pidió que recordara lo que experimentó el 17 de septiembre de 1939.

A las 6 de la mañana de ese día, más de 4.000 tanques soviéticos invadieron Polonia. Stalin había enviado más aviones que el Reich alemán. Fue una invasión sin declaración de guerra previa que marcó el inicio de una batalla desigual para los polacos, que ya luchaban en el oeste contra los nazis.

Sin embargo, hasta la invasión soviética, los polacos todavía tenían la esperanza de que la guerra con los alemanes no llevaría a una destrucción total, comenta el historiador polaco Zbigniew Wozniacka. Sin embargo, el 17 de septiembre se suponía que los polacos tendrían la oportunidad gratuita.

Las hostilidades terminaron con la partición y división de Polonia entre el Tercer Reich y la Unión Soviética. Las heridas de aquel período aterrador para los polacos no parecen haber sanado ni siquiera 80 años después. En la memoria colectiva, una asociación tan heterogénea entre la Alemania nazi y la Unión Soviética quedó registrada como una "traición" a los vecinos.

"Símbolo de gran miseria"

"A menudo se dice que los polacos sufrieron más que los alemanes", afirma el historiador Zbigniew Wozniacka. Pero las cosas no son tan sencillas como él dice. "Para aquella generación de polacos que vivió la partición, el peor enemigo entonces no era Alemania, sino Rusia. El zarismo, la represión de las rebeliones, la conquista de Siberia:con la invasión se despertaron todos estos recuerdos".

El 17 de septiembre "es un símbolo de una gran infelicidad", explica el historiador. Y aunque pronto quedó claro que esta vez los alemanes también representaban un peligro mortal, la atrocidad nazi finalmente llegó a su fin. Por el contrario, el legado de Stalin sigue atormentando a Polonia hasta el día de hoy. Los polacos todavía desconfían de sus vecinos. La obsesión polaca por la presencia de la OTAN confirma la veracidad de la afirmación.

Las relaciones con los rusos no sólo se tensaron por la invasión de 1939. El asesinato de miles de oficiales polacos y otros funcionarios por el precursor de la KGB, el Comisariado del Interior del Pueblo en 1940 en lo que pasó a la historia como la "Masacre de Katyn" y Décadas de negación por parte de Rusia crearon heridas profundas adicionales y ampliaron aún más la brecha entre las dos partes. No fue hasta 2009 que Vladimir Putin calificó las atrocidades de Katyn como "crímenes".

La reunión del presidente ruso con el entonces primer ministro polaco Tusk en Katyn, Smolensk, el 7 de abril de 2010, fue calificada por muchos analistas como "histórica". Por un momento, incluso generó esperanzas de reconciliación entre los dos pueblos. Fue la primera visita de un alto representante de la nación rusa a un lugar tan ensangrentado por la era estalinista. Pero también iba a ser el último. Tres días después, un avión que transportaba al entonces presidente polaco Kaczynski a Katyn para la conmemoración de las víctimas se estrelló en Sbolensk, matando a todos los que iban a bordo.

Teorías de la conspiración

El accidente de Smolensk en Rusia ha cambiado las coordenadas políticas hasta tal punto que ya no permite un enfoque objetivo y libre de sentimentalismos. La cuestión ha vuelto a envenenar las relaciones con Rusia, que todavía no ha entregado los restos del avión a sus vecinos, alimentando teorías de conspiración. El actual gobierno populista de Polonia no ha invitado al presidente ruso Putin al 80º aniversario del inicio de la guerra, el 1 de septiembre. Para justificar la decisión, la televisión estatal polaca simplemente mostró un vídeo de Putin y Tusk abrazándose hace 10 años.

La no invitación es indicativa del clima y de los obstáculos insuperables que enfrentan quienes continúan esperando un acercamiento significativo entre Polonia y Rusia. Las relaciones con Alemania, por el contrario, aunque a menudo tensas últimamente, especialmente desde que el partido Ley y Justicia está en el poder, son claramente mejores. A ello contribuyó sin duda el hecho de que los alemanes reconocieran sus responsabilidades. A diferencia del presidente ruso, el homólogo alemán de Steinmeier fue invitado a las conmemoraciones de este año.

FUENTE:DW