El excedente de alimentos permitió que la población maya creciera significativamente. Este crecimiento condujo al desarrollo de ciudades más grandes y a una mayor complejidad social.
Urbanización:
A medida que la población creció, los mayas comenzaron a construir ciudades más grandes y complejas. Estas ciudades eran centros de comercio, administración y ceremonias religiosas.
Estratificación social:
El excedente de alimentos también condujo al desarrollo de una jerarquía social en la sociedad maya. La clase de élite, formada por sacerdotes, nobles y guerreros, controlaba el excedente de alimentos y tenía acceso a los mejores recursos. La gente común, que constituía la mayoría de la población, trabajaba en la agricultura y otros trabajos manuales.
Expansión del comercio:
El excedente de alimentos permitió a los mayas comerciar con otras civilizaciones. Cambiaban sus productos agrícolas por bienes de lujo, como jade, obsidiana y plumas.
Desarrollo religioso y cultural:
El excedente de alimentos también apoyó el desarrollo de prácticas religiosas y culturales mayas. Los mayas construyeron grandes templos y pirámides y desarrollaron un complejo sistema de escritura y matemáticas.