historia historica

Más realismo, menos simbolismo en los dibujos rupestres

Un equipo internacional de científicos ha determinado mediante investigaciones de ADN en restos fósiles de caballos prehistóricos que los animales dibujados en las paredes de roca en realidad vivían en la zona. La investigación apoya la idea de que los humanos prehistóricos intentaron retratar su entorno natural. Los resultados se han publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Un dibujo rupestre que ha suscitado especialmente dudas entre los investigadores es el de un caballo moteado en la cueva de Pech-Merle, en el sur de Francia. El dibujo, que tiene entre 25.000 y 26.000 años de antigüedad, se asemeja a un caballo conocido hoy como raza Appaloosa. Sin embargo, muchos prehistoriadores creían que estos caballos Appaloosa no existían en tiempos prehistóricos. La mutación genética responsable del pelaje manchado se habría desarrollado mucho más tarde.

Por lo tanto, los prehistoriadores sugirieron que los dibujos de caballos moteados deberían tener un significado simbólico o abstracto. Debido a que las manchas están tanto sobre los caballos dibujados como alrededor de ellos, a menudo se asociaban con representaciones de sueños humanos o visiones de los animales. El dibujo del caballo moteado en la cueva de Pech-Merle apoyó la teoría de que el hombre prehistórico no sólo representaba su entorno natural, sino que también era capaz de realizar dibujos que tenían un significado abstracto más profundo.

Los investigadores han utilizado ADN de fósiles para determinar el color del pelaje de 31 caballos prehistóricos. El gen que causa la piel moteada se encontró en cuatro muestras de ADN del Pleistoceno y dos de la Edad del Bronce. Los fósiles proceden de Europa occidental y oriental.

Naturaleza

Las otras muestras de ADN examinadas procedían de caballos marrones, rojos y negros. De este modo, la investigación del ADN ha demostrado por primera vez que todas las razas de caballos representadas en los dibujos rupestres prehistóricos de las cuevas del sur de Francia realmente caminaban en aquella época. A partir de estas conclusiones, parece muy probable que el hombre prehistórico creara imágenes reales de lo que veía en su propio entorno.

"Esto ciertamente se aplica a los dibujos rupestres de caballos salvajes, incluidos los notables ejemplares manchados", afirma Michi Hofreiter, que forma parte del equipo de investigación como biólogo. "Quizás estos dibujos prehistóricos contengan mucho menos simbolismo de lo que siempre pensamos."

Ahora que el enigma del caballo manchado en la cueva de Pech-Merle parece haber sido resuelto, los investigadores esperan poder utilizar los conocimientos obtenidos para interpretar mejor otros dibujos rupestres. Si el hombre prehistórico registró lo que observaba a su alrededor, las antiguas obras de arte proporcionan una valiosa información sobre cómo era el entorno físico de nuestros ancestros lejanos.

  • Los dibujos rupestres más antiguos refechados

Publicación siguiente