A finales del siglo XIX, Thomas Edison y George Westinghouse estaban enfrascados en una feroz competencia para determinar cuál de sus sistemas eléctricos se convertiría en el estándar para los Estados Unidos. Edison defendió la corriente continua (CC), mientras que Westinghouse abogó por la corriente alterna (CA). La CA tenía varias ventajas sobre la CC, incluida la capacidad de transmitirse a largas distancias sin perder energía. A pesar de esto, Edison se opuso ferozmente a la CA, llegando incluso a difundir información errónea sobre su seguridad. Es famoso por electrocutar animales en manifestaciones públicas y presionar a los legisladores para que aprobaran leyes contra el uso de corriente alterna.
Al final, fue el sistema de CA de Westinghouse el que prevaleció y se convirtió en el estándar para la transmisión y distribución de energía en los Estados Unidos y gran parte del mundo. La obstinada resistencia de Edison al aire acondicionado y su voluntad de emplear tácticas solapadas en la competencia con Westinghouse le valieron la reputación de un hombre de negocios despiadado y sin escrúpulos.