Historia antigua

Exportación de metales preciosos en la América colonial

Rápidamente comenzaron a enviarse a España cantidades cada vez mayores de metales preciosos, primero desde los depósitos aluviales del Caribe y más tarde gracias al saqueo de los tesoros de los imperios indígenas. Los metales preciosos alcanzaron un porcentaje abrumador dentro del total de productos llegados a los puertos peninsulares. Durante los siglos XVI y XVII la mayor parte de los metales embarcados en América llegaban a Sevilla. Inicialmente, la exportación fue fundamentalmente oro (ver Gráfico y Tabla). Para tener una idea clara del predominio inicial del oro, no hay que medirlo en peso sino en valor, que era más de diez veces mayor que el de la plata. Las llegadas de oro comenzaron a alcanzar niveles espectaculares a partir de 1530, observándose los mayores volúmenes de producción a mediados del siglo XVI.

Llegada de metales preciosos americanos a España

Años Plata (toneladas) Oro (toneladas)
1503 – 1510 50,2
1511 – 1520 92,5
1521 – 1530 0,1 49,4
1531 – 1540 86,2 148,8
1541 – 1550 177,6 264,8
1551 – 1560 303.1 452.2
1561 – 1570 942,9 131.0
1571 – 1580 1 118,6 114.3
1581 – 1590 2 103,0 146,7
1591 – 1600 2 707,6 235,7

La llegada de plata a la Península se incrementó con el descubrimiento de los yacimientos de Potosí y Zacatecas, y especialmente a partir de la década de 1570, con la introducción del método del patio. . La llegada de efectivo a España y Europa provocó una fuerte inflación, la llamada revolución de los precios . Aunque diversos autores cuestionan si la llegada de metales preciosos fue la única causa del aumento de los precios, está claro que el aumento de la oferta monetaria tuvo graves repercusiones. Mientras que una cuarta parte del metal que llegaba, procedente de la colección de las Cajas americanas, iba a parar a la Hacienda Real, un gran porcentaje del oro y la plata, cuya cifra exacta se desconoce, iba a parar a los comerciantes. También estaban las remesas de los emigrantes y los ahorros de los pasajeros que regresaban a la Península. Según Morineau, las llegadas de metales preciosos americanos a Europa durante el siglo XVII fueron importantes (ver Gráfico). sumó más de 55 millones de pesos.